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La ULB 'del futuro' fuerza la prórroga, pero despide a Kasamba con una derrota

Kasamba, que jugó su último partido con la ULB, inicia un ataque.

Kasamba, que jugó su último partido con la ULB, inicia un ataque. / nacho marín

El Oh!tels ULB no pudo conseguir ayer el triunfo ante un rival, Almería, que camina con paso firma hacia la final a cuatro de ascenso a LEB Plata, pero dejó un mensaje al entorno: los que llevan la camisola albinegra van a seguir dando la cara. Los linenses, que no renunciaron a su nueva política de dar minutos a los más jóvenes, estuvieron a punto de sumar el triunfo, pero un triple in extremis del veterano Jesús Castro dio paso a la prórroga en la que una muy extraña decisión arbitral favoreció la victoria de los visitantes.

El público, que es soberano y que en La Línea ha visto mucho baloncesto, dictó sentencia al final de la contienda y despidió con un cariñoso aplauso, no exento de orgullo, al equipo de casa. En esos aplausos también iban implícitos los de despedida al canadiense Kabangu Kasamba, que jugó sus últimos minutos en la ULB, aportando 13 puntos y 3 rebotes y dejando constancia, una vez más, de su indiscutible profesionalidad.

El partido fue intenso, competido, interesante para el aficionado. De lo que estaba sucediendo sobre la pista dan reflejo los números. Los de casa, que perdían por tres puntos al término del primer cuarto (17-20) ganaban por uno en el descanso (39-38).

En la tercera entrega y a pesar de que jugadores con la inexperiencia de Adrián Mateos llegaron a disfrutar de hasta 22 minutos, el equipo de casa se fue con un parcial de 27-22.

Es verdad que en determinados momentos a esta ULB del plan renove se le ven los cimientos y ayer sucedió justo cuando tenía el partido a su alcance. Un par de pérdidas innecesarias permitieron a Almería disfrutar de un balón a falta de escasos segundos. Jesús Castro tiró de galones y a pesar de estar bien defendido provocó la prórroga.

El intercambio de golpes continuó en los cinco minutos de añadido. Pero la ULB la tuvo a su alcance cuando Andrew Yeats anotó un triple... que los árbitros invalidaron por ¡zona! de Koyanouba. La decisión abrió la puerta de la derrota.

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