El Oh!Tels ULB vio truncada ayer su racha de tres victorias consecutivas al volver a perder en su en otro tiempo inviolable pabellón, esta vez ante el Enrique Benítez de Huelva, que se hizo con la victoria de manera incontestable. Al conjunto de La Línea se le reaparecieron los fantasmas del comienzo de la presente andadura: algunos de sus jugadores se empeñaron en hacer la guerra por su cuenta y casi desde el salto inicial sucumbió al mayor orden de los onubenses, que depositaron su potencial anotador en su pareja de extranjeros.

La Unión Linense cuajó un mal, un pésimo partido y Huelva salió airoso con todo merecimiento del pabellón de La Línea.

El encuentro comenzó a estar sentenciado en el primer cuarto, como demuestra un hecho relevante: los albinegros anotaron la primera canasta y después estuvieron ¡catorce ataques sin encestar!

La consecuencia es que el Enrique Benítez se colocó 2-17 y ese lastre pesó durante el resto de la noche porque obligó a los de casa a nadar contra corriente y eso propició que se dejasen llevar por la ansiedad.

Es verdad que después de dar señales de vida en el tercer cuarto, la ULB llegó a estar a sólo cinco puntos del rival cuando restaban algo más de cuatro minutos para la finalización de la contienda, pero de nuevo apareció la anarquía y con ella se fue al traste todo el esfuerzo realizado para intentar la remontada.

Igual que en las dos últimas semanas el capitán Miki Ortega fue clave en el triunfo linense, su actuación ayer (uno de diez en tiros de campo) lastró de manera decisiva a los locales, que tuvieron en DJ Irving (21 puntos) a su mejor hombre sin olvidar el esfuerzo de Dylan Gómez a Edmond Koyanouba y los mejores minutos en este curso de Ben Freeland.

El debutante Kasamba Kabamgu estuvo diecisiete minutos sobre la pista. Comenzó nervioso pero demostró voluntad de ayudar. Es fácil entender que su mejor versión está por ver.