No se siente el patito feo de la plantilla del Villa de Los Barrios, pero admite que sí tiene la sensación de tener que bailar con la más fea por la entidad de los jugadores con los que comparte demarcación. El base del Villa de Los Barrios Rafa Rufián completó el pasado viernes en Santiago de Compostela, ante el Beirasar Rosalía, su mejor encuentro desde que viste de gualdiverde. No se trata tanto de lo que digan las estadísticas sino de que revolucionó el partido en el tercer cuarto, cuando su equipo se quedó clavado.

Rafa Rufián aterrizó en el vestuario del Samuel Aguilar para completar durante la pretemporada una plantilla a la que la ausencia de Filipe Da Silva, que disputaba el Europeo con su selección, había dejado coja. Lo previsto era que cuando se incorporase el internacional portugués su papel pasase a ser casi testimonial. Pero el de San Fernando no se ha contentado con ese rol y poco a poco, a base de un abnegado trabajo, va ganando protagonismo, que fue máximo en el último partido.

Desde que comenzó la temporada ha participado en seis de los dieciocho encuentros que se llevan disputados, con un balance de tres victorias y otras tantas derrotas. Estadísticamente, mejor que el equipo.

"A mí nadie me engañó", reconoce. "Yo sabía a lo que venía y estaba preparado. Al principio no contaba nada pero poco a poco voy entrando y mi misión es seguir trabajando a tope para hacer cambiar de opinión a Moncho [Fernández] e ir jugando cada vez más".

"Otra cosa es que, suceda lo que suceda, de mí no va a salir una queja", recalca.

"Es verdad que estoy satisfecho del último partido y que he recibido varias felicitaciones", advierte. "Yo creo que otros días, como ante el Lleida o en Huelva, también he estado bien, pero el viernes ante el Rosalía cambié el ritmo del juego y eso se ve mucho".

"No me considero un patito feo" comenta. "Lo que sí puede que suceda es que me haya tocado bailar con la más fea".

"A veces me da la sensación de que nadie se acuerda de que Pedro Rivero es el mejor base de la competición y que también tengo por delante a Filipe Da Silva, que hace seis meses estaba jugando un Campeonato de Europa".

"¿El futuro? Yo quiero jugar dieciséis partido en el quinteto titular y estar cuarenta minutos sobre la pista, pero hay que tener los pies en el suelo", advierte.

A nivel colectivo, Rufián advierte que el vestuario está "convencido de que aún puede disputar el play-off".

"A nadie se le escapa que tenemos el lastre del cero-cuatro con el que comenzamos la temporada, pero eso ya es historia y tenemos una segunda vuelta por delante por delante para subsanar aquello e intentar alcanzar la novena posición", concluye.