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Gallardo sube al altar de los balonos

  • El presidente recibe el escudo de oro y brillantes de la entidad en un emotivo acto

  • Los aficionados le reciben en tribuna con una atronadora ovación a la que responde emocionado

Mario Galán impone el escudo de oro y brillantes de la Balompédica al presidente, Alfredo Gallardo.

Mario Galán impone el escudo de oro y brillantes de la Balompédica al presidente, Alfredo Gallardo. / erasmo fenoy

El presidente de la Real Balompédica, Alfredo Gallardo, fue el gran protagonista de la jornada de ayer. El excelente encuentro que protagonizaron Balona y UCAM pasó a segundo plano por la altísima carga emotiva que tuvo la imposición al mandatario del escudo de oro y brillantes del club, la máxima distinción con la que puede reconocer la centenaria entidad linense.

La entrega tuvo lugar en el centro del terreno de juego y el hecho de que todos los integrantes de la plantilla albinegra, los familiares del mandatario e incluso los jugadores visitantes y los árbitros formasen un círculo en el terreno de juego mantuvo un poco al margen a los aficionados. De ahí que el momento realmente emocionante llegó cuando Gallardo se encaminó a la grada de tribuna para acceder al palco. Todos los presentes se levantaron para tributar al presidente una atronadora ovación, en una indiscutible muestra de agradecimiento por su trabajo en los últimos quince años. Gallardo, visiblemente emocionado, respondió lanzando besos a la grada.

La Línea no se merece este alcalde; lo único que le pido es que no ponga más zancadillas"

En su comparecencia posterior ante los medios Alfredo Gallardo confesó que era "un día muy feliz" para él.

"La verdad es que estoy muy contento por el orden, el juego, la actitud del equipo y por el cariño que me ha demostrado el público", dijo. " Ha sido un día extraordinario".

El mandatario confesó que se emocionó en el momento de recibir la insignia. "Me he dado cuenta de que estos quince años han tenido sentido, al menos han valido para ganarme el respeto del público, aunque me haya podido equivocar en algunas decisiones. He percibido que algo bueno he hecho en la Balona, porque me siento valorado por mi gente y seguiré trabajando hasta que deje esto como lo tengo que dejar", recalcó.

"Ha quedado claro que un trabajador de La Línea puede presidir este club", sostuvo. "Traté de hacerlo cada día mejor, pasé muchas vicisitudes, muchos momentos malos, pero la imagen de la Balona se ha paseado por España con la cabeza alta, como debe hacerlo el equipo de mi pueblo, aunque muchos no se lo tomen como se lo deben tomar".

Gallardo inició luego una fortísima crítica al alcalde, Juan Franco: "Todo el mundo en el palco me preguntaba por qué el alcalde no estaba y yo le respondía que igual le da vergüenza ir, porque me debe cincuenta mil euros", especuló. "Yo le invité, pero él se tapó y prefirió ver el partido con sus amigos".

"No creo que ésa deba ser la actitud del alcalde que merece este pueblo, La Línea merece un alcalde y ese hombre no lo es", sostuvo.

"Si quiere que busque un presidente, que busque el dinero... pero creo que no le va a dar tiempo".

"A mí si me va a dar tiempo de dejar la Balona en buen sitio y lo único que le pido [a Juan Franco] es que no me ponga más zancadillas, ni siquiera que me pague, sino que no me ponga más obstáculos, porque a la gente de La Línea nos duele la Balona y las dificultades se las ponen a la Balona, no a mí", siguió. "Y si quiere un cara a cara conmigo, aquí me tiene".

"Le invité con toda la fe del mundo para que estuviese en el palco y aunque él no me quiere a mí, es el alcalde, por llamarle de alguna manera, y ha hecho el ridículo", recalcó. "¿Por qué La Línea tiene tantos boquetes? Porque tenemos este alcalde, que no gestiona nada".

"La prueba es que estaba todo el mundo de pie, tocando las palmas y el alcalde no sé ni dónde estaba metido", abundó.

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