EL ÚLTIMO SOLDADO | CRÍTICA

El regreso del soldado

El actor Pierce Brosnan protagoniza la película.

El actor Pierce Brosnan protagoniza la película. / M. G.

Alguien debió decirle al guionista Kevin Fitzpatrick que era una buena idea escribir, basándose en los dichosos hechos reales, otra historia de un anciano que abandona su hogar -en este caso una residencia- para ajustar cuentas con su pasado, en este caso representado por sus recuerdos como veterano y único superviviente que participó en el desembarco en Normandía y quiere acudir al 75 aniversario de aquel histórico día D. Alguien debió decirle al director Terry Loane, de modesta y breve filmografía, que era una buena idea dirigirla. Y alguien debió decirle a Pierce Brosnan que era una buena idea interpretar a este personaje para dar un poco de aire fresco a su más bien decaída carrera en la que, todo hay que decirlo, no han brillado demasiado sus dotes interpretativas.

No fueron buenos consejos. Porque se trata de una modesta producción que parece mil veces vista y mil veces contada, rodada con insulsa corrección, palabras que vienen bien al estilo interpretativo de Brosnan, a quien el papel le echa 22 años encima sin restarle su habitual galanura. Se deja ver por lo afectivo de la historia, el esfuerzo interpretativo de Brosnan y el buen y hasta lujoso elenco de secundarios encabezado por Louis Gossett Jr, Clémence Poésy, John Amos y Desmond Eastwood. No aporta, pero tampoco estorba.  

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios