Mientras el último cine argentino de autor ocupa este mes la prestigiosa portada de Cahiers du cinéma en una doble reivindicación estética y política ante los aciagos tiempos para la cultura que se avecinan en aquel país tras la llegada de Milei al poder, se estrena en la cartelera española esta Extorsión que transita por los viejos y bien engrasados caminos del género comercial con tanta eficacia como relativos buenos resultados.

El filme que dirige Martino Zaidelis (Re Loca) a partir de un compacto guion de Emanuel Díez (también en los créditos de series de reciente éxito como Nada o El encargado) pone en su epicentro hitchcokiano a un ejemplar y veterano piloto de avión que se ve envuelto en una trama de contrabando cuando los servicios secretos lo chantajean a propósito de su vida privada para que transporte y entregue una maleta de contenido impreciso en cada viaje entre Buenos Aires y Madrid.

El popular y siempre solvente Guillermo Francella (El secreto de tus ojos, El clan, El robo del siglo) encarna en un atribulado tono justo a ese héroe moral que asume su derrota, entra en el juego forzado y, finalmente, decide escapar del mismo a pesar de las amenazas. Así, el primer largo tramo del filme funciona muy bien en su progresión y su pulso narrativo, creíble y verosímil en sus quiebros y reacciones, siempre entretenido. También gracias a unos secundarios (Rago, Portaluppi, Arengo) cuya entidad, aparición y peso están bien definidos y dosificados abriendo el filme a nuevos giros y posibles salidas.

Tal vez en su último tercio, desanudada ya cierta tensión bien conducida y a la espera de una resolución judicial que se demora artificialmente, la cinta se desinfla un poco o fuerza demasiado su maquinaria de sorpresas. Con todo, La extorsión no deja de ser un correcto y sólido thriller que bien merece su público en la oferta comercial del fin de semana.