El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, quiere borrar del mapa a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), un organismo que considera en manos del PSOE a pesar de los resultados de las pasadas elecciones a los ayuntamientos. Para Arenas, la liquidación de la actual FAMP es la única forma, por culpa del empecinamiento de los socialistas, de dotar de legitimidad de una organización que ya no representa a los municipios y a quienes los gobiernan.

El mapa de los consistorios andaluces cambió radicalmente tras el 22-M y Arenas y la formación política que preside prefiere una coordinadora de alcaldes y presidentes de las diputaciones "para sustituir" a la FAMP, que "está secuestrada por aquellos que perdieron las elecciones", dijo ayer Arenas en el Consejo de Alcaldes que el PP-A celebró en Ronda (Málaga). A juicio de Arenes, la federación "no tienen legitimidad porque responde a la voluntad de los andaluces en 2007 y no tiene nada que ver con lo que los andaluces han dicho en 2011".

La ofensiva del PP-A no se limitará a la acción política. Arenas anunció que su partido instará al poder judicial "para que se cumpla la legalidad" y la asamblea FAMP sea convocada". El líder del PP-A insistió: "No quiero una FAMP como la de antes, que estaba al servicio de un partido político, quiero una nueva FAMP con un gobierno compartido por todas las fuerzas políticas y al servicio de todos los andaluces".

En el contexto municipalista que rodeó el cónclave celebrado por los populares en Ronda, Arenas insistió en que su partido adopta "un compromiso con las reglas de juego", y aseguró que "nos vamos a revelar frente a la cacicada monumental", que, a su entender, supone la "expulsión de los alcaldes del Parlamento andaluz". En la defensa de la actividad de su grupo recordó que de 32.000 iniciativas presentadas, 28.000 "son del PP, que tiene menos diputados".