La coordinadora de lucha contra las drogas Barrio Vivo ha conseguido recoger en solo un mes más de un tonelada de comida que ha repartido ya y distribuirá entre personas necesitadas y diferentes entidades. Es una acción que lleva a cabo por su participación en el Programa de Garantía Alimentaria de la Junta de Andalucía. La administración autonómica le ha concedido una ayuda para realizar la iniciativa, que está reuniendo por el momento una destacada solidaridad y que espera seguir concitándola.

La campaña arrancó hace cuatro semanas y se extenderá hasta final de febrero. 25 entidades son las que han comprometido ya su ayuda: 19 colegios e institutos, ocho guarderías y un club de judo. Barrio Vivo ha recogido hasta la fecha 1.142 kilos de alimentos, que ha repartido por el momento entre casi un centenar de personas. Espera que tanto los kilos recaudados como las personas beneficiarias se sitúen en lo máximo posible.

La comida es organizada en costos y repartida entre las personas que acuden a la coordinadora en busca del auxilio que presta para salir de problemas de adicciones. Son esos casos en los que se detecta una unidad familiar en situación de vulnerabilidad que precisa la ayuda alimentaria además. Casos que se estudian de forma rigurosa para garantizar que el apoyo alcanza a familias sin recursos.

Una de las novedades del programa de este año es que esas personas han de realizar cursos de orientación laboral para poder recibir los alimentos. "Si somos capaces de aconsejar y dirigir, de enseñar a hacer un curriculum y a buscar empleo, lo mismo el año que viene tenemos a esa persona donando alimentos en lugar de recibiéndolos", expone José Díaz, presidente de Barrio Vivo.

Además de a esas familias la coordinadora también distribuye comida entre diferentes asociaciones y colectivos, los cuales a su vez prestan auxilio a personas acuciadas por la necesidad.

La subvención de la Junta permite la organización de los cursos y las contrataciones para llevar a cabo la campaña, que no sería posible de cualquier modo sin la labor que efectúan los voluntarios. Barrio Vivo no se cansa de agradecer su trabajo y la voluntad de las manos que llegan desde diferentes partes. Por ejemplo la empresa Plásticos Arana acaba de donar 1.700 bolsas para el reparto de los alimentos.

A medida que avanza el programa se van incorporando asociaciones, centros, colectivos y entidades que recogen comida y se la entregan a Barrio Vivo para su distribución. Hasta final de febrero se espera recaudar los máximos kilos posibles y llegar a cuantas más personas mejor.

"Es una tarea muy bonita que hacemos con nuestros voluntarios, muy bonita porque generamos solidaridad y solucionamos problemas", resalta el presidente de Barrio Vivo.