Algeciras

El centro del Cobre, un "almacén" de menores migrantes

  • Denuncian la saturación del servicio, con 16 plazas pero que atiende a 35 jóvenes

  • Una obra a medio ejecutar en el edificio refleja el abandono de la administración

El centro del Cobre, un "almacén" de menores migrantes

El centro del Cobre, un "almacén" de menores migrantes

La saturación que se está viviendo en los centros de menores de Algeciras y La Línea esconde detrás una falta de previsión de las administraciones. A la ausencia de inversiones en infraestructuras se suma la incapacidad para asumir la masiva llegada de jóvenes migrantes, lo que da lugar a una política de "almacenaje" de menores, en lugar de favorecer su inclusión social. Esta es la sensación que transmiten aquellos en el entorno de este servicio.

Desde 1999, el centro del Cobre trabaja específicamente con menores inmigrantes no acompañados y ha llegado a ser pionero en muchos campos de la inclusión social. Es el primer centro de Andalucía con mediador intercultural. Algeciras era el centro prioritario de acogida pero sus malas condiciones provocaron que cediese su puesto al centro de La Línea.

De 24 plazas ha pasado, por su estado deficiente, a ofrecer 16 pero la realidad es otra. Actualmente hay 35 menores, según las fuentes consultadas por Europa Sur. El sindicato CCOO denunció esta semana públicamente la saturaciónque sufre el centro de Algeciras y la falta de medios y recursos, ya que incluso los trabajadores tienen que usar sus propios vehículos para los desplazamientos programados con los menores.

Según pudo saber este diario, debido a la saturación del centro, los menores están durmiendo en colchones compartidos en el suelo del salón. Además hay que tener en cuenta que la asignación presupuestaria para materiales ya sea ropa, productos de higiene o comida se corresponde con el número de plazas hábiles, por lo que están al límite en todo al triplicarse la acogida.

En enero de 2011 la Junta anunció la adjudicación de la reforma del centro de menores por un valor de 1,5 millones a la empresa Mac-Puar. El plazo de ejecución máximo era de 17 meses pero la obra se quedó a medias. Se paralizó por la crisis, hubo suspensión en los pagos y nada más se supo, sólo que el centro del Cobre se quedó con una obra a medio hacer.

Los menores recepcionados en su mayoría llegan a la Península en los bajos de camiones, pateras o motos de agua. De hecho esta última vía ha sido la más usada en este mes, pagando un peaje de 4.000 euros a las mafias organizadas por cruzar el Estrecho de forma clandestina.

Este año se han dado varios factores que hacían prever la llegada masiva de menores; uno de ellos es la constante reiteración en los medios de una recuperación económica en España, mensaje que ha entrado en los hogares de Marruecos. En este caso ha subido el flujo de llegada pero con la diferencia de que han cerrado centros de menores en la última década, todos además especializados de inclusión social, no de almacenaje o de emergencia. El problema es que la saturación de los últimos días obliga a realizar acogidas de emergencia, de ahí que en el centro del Cobre casi se triplique el número permitido.

El centro de menores de Algeciras por otra parte cuenta con mediador intercultural a tiempo completo, en cambio el de La Línea dispone de uno sólo un día a la semana. Esta situación conlleva caos y "desatencion", según las mismas fuentes, lo que da lugar a que muchos prefieran vivir por su cuenta o marcharse a otras zonas del pais. Como ejemplo el centro de La Línea se sitúa entre los que más abandonos voluntarios registra de España

Una de las claves para que se mantengan en pie estos servicios está en los propios trabajadores -45 en el centro de Algeciras-, tal y como defendió el sindicato CCOO, que recordó que no sólo están al límite por la carga laboral que implica la recepción, documentación, vestuario, aseo, alimentación y actividades, sino por el riesgo implícito a nivel sanitario ya que los menores llegan sin control médico. Además existe el riesgo de agresiones por la tensión que genera convivir con unos servicios insuficientes.

Los trabajadores de La Línea llevan manifestándose desde hace tres meses. La plantilla está al límite y denuncia que no se haya creado un mecanismo para que no sólo la comunidad autónoma andaluza se haga cargo de los menores, sino también otras del país.

Estas denuncias por saturación llegan justo dos semanas después de que la Junta anunciara la creación de 100 plazas más para la acogida de menores migrantes. La administración afirmó que esta ampliación se sumaría a la ya realizada con la incorporación de dos viviendas de la Fundación SAMU en Jimena. Este diario se puso en contacto con la delegación territorial de Igualdad y Bienestar ante la saturación y mal estado del centro algecireño, remitiéndose a las citadas plazas anunciadas.

No es la primera vez que se desbordan las previsiones de llegada de menores. Ya ocurrió en 2005, cuando el centro del Cobre llegó a atender a 215 jóvenes sin papeles en seis meses. En 2013 la memoria del Defensor del Pueblo hizo mención a las deficiencias en cuanto a la documentación de los migrantes y la necesaria adaptación de las instalaciones.

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