Algeciras

Un algecireño en la órbita de Venus

  • Javier Peralta lidera un descubrimiento sobre el comportamiento de la atmósfera nocturna en el planeta

  • Ejerce como astrónomo en la Agencia Espacial de Japón desde el año 2014

El astrónomo algecireño Javier Peralta (1979) sigue en la órbita de Venus. Hito tras hito es lo que está cosechando después de que diera el salto a la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) tras lograr una beca en 2014. Un año después lideró el descubrimiento de que la gigantesca "Y" del cielo de Venus se debe a una onda distorsionada. Ahora vuelve a copar los titulares de las revistas científicas internacionales como Nature Astronomy al desvelar la circulación atmosférica nocturna en las nubes de Venus.

Para contextualizarlo, Peralta explica a Europa Sur que para los científicos que estudian el clima "Venus es como el futuro de la Tierra si seguimos aumentando el efecto invernadero". La temperatura de la superficie de este planeta alcanza más de 450 grados. "Gracias a Venus podemos saber cuál es el punto de 'no retorno' con el efecto invernadero, porque hoy en día estamos jugando con fuego, desgraciadamente".

El algecireño explica que para los meteorólogos Venus es "como si fuese un laboratorio muy especial". En la Tierra la rotación de 24 horas es la responsable de muchos fenómenos atmosféricos como las borrascas y los anticiclones, sin embargo en Venus una jornada dura unos 119 días en nuestro planeta porque rota lentísimo y por eso en él no existen borrascas ni anticiclones.

El último descubrimiento del equipo liderado por Peralta se adentra en la atmósfera de Venus, conocida por su superrotación que le permite girar 60 veces más rápido que su superficie. Esto se descubrió midiendo cómo se movían las nubes altas, situadas a una altura de 70 kilómetros. Curiosamente, detalla el algecireño, nadie había medido estos vientos en el lado nocturno porque las nubes apenas muestran detalles visibles cuando se observan en infrarrojo, pero gracias a VIRTIS, una cámara muy especial de la nave de la Agencia Espacial Europea Venus Express, han logrado ver los detalles "y nos hemos llevado muchas sorpresas".

Peralta señala en primer lugar que los vientos en la noche de Venus son "más caóticos que en el día", que algunas veces la atmósfera se mueve muy lenta en algunas regiones y que en medio de los fuertes vientos de más de 350 kilómetros por hora hay estructuras de nubes que no se mueven. Y precisamente estas inmóviles "han resultado ser lo que los físicos llamamos ondas estacionarias y para sorpresa nuestra están localizadas encima de las formaciones más elevadas de la superficie de Venus". Insiste Peralta: "Esto es una sorpresa porque para que se formen estas ondas las montañas de Venus deberían estar obstaculizando vientos más o menos intensos, pero ninguna de las naves rusas detectó nunca vientos así en la superficie".

Este algecireño tiene una desbordante vocación, pero no puede negar que echa de menos su tierra: "Vivo muy aislado pues tras tres años sigo sin poder hablar bien el idioma japonés y esto es un problema cuando vives fuera de Tokio, donde no es tan fácil encontrar a personas que hablen inglés". No poder leer lo que está escrito o comunicarse para hacer un contrato de telefonía móvil o pedir comida sin tener la fotografía de los platos puede ser frustrante y, al mismo tiempo, lamenta el algecireño que los japoneses que saben un poco de inglés prefieren no hacer el esfuerzo de hablarlo porque "les da vergüenza hacerlo mal".

Desde el punto de vista positivo destaca la educación de la gente: "Puedes dejar la bicicleta sin cadena o incluso las llaves puestas en el coche mientras compras porque es muy raro que alguien intente robar".

Con respecto a su futuro, Peralta afirma que su contrato termina en marzo pero intentará extenderlo dos años más ya que "he comprobado que es casi imposible obtener un contrato estable en España a pesar de tener 37 años y acumular 12 años de actividad investigadora con casi treinta artículos. Nuestro país necesita camareros, no investigadores, así que nos ha expulsado a mí y a más de 10.000 compañeros investigadores".

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