Algeciras

Muere Pepe Ojeda, la voz de Algeciras

  • Cofrade del Nazareno, taurino de Miguelín, algecirista acérrimo, la ciudad despide al maestro de periodistas que narró desde Radio Algeciras todas sus tradiciones

Cofrade, solidario, lector empedernido, taurino, algecirista y, sobre todo, periodista de raza y vocación, no hay rincón de Algeciras que no eche desde ayer de menos a José Ojeda Luque, un "algecireño por los cuatro costados" que durante medio casi medio siglo narró con pasión todo lo que sucedió en la ciudad que le adoptó cuando tenía 17 años. La voz de Algeciras se apagó horas después de que terminará el Día Mundial de la Radio, una ironía del destino, porque el querido comunicador tenía cuatro grandes amores: su mujer, Lely Rodríguez Valero; sus hijos, José María y Francisco Javier; y Radio Algeciras.

Pepe Ojeda vino al mundo en Tetuán el 9 de agosto de 1939, cuatro meses después de terminada la Guerra Civil, y desembarcó en Algeciras de la mano de su padre en 1956, después de que Marruecos obtuviera la independencia y La paloma blanca dejara de pertenecer al protectorado español.

Tuvo cuatro amores: su mujer, Lely; sus dos hijos, José María y Javier, y la emisora

El joven Pepe Ojeda había pasado algunos veranos en Algeciras, donde su tío Manuel Luque, más conocido por Manolo El Carretero, conserje de La Perseverancia, ya le había inculcado la afición por los toros. Además ya había demostrado que era un capillita de pura cepa, hasta el punto de viajar cada Semana Santa a Ceuta, 42 kilómetros en tren, para ver los desfiles procesionales.

Casi acababa de aterrizar en Algeciras cuando se presentó en busca de trabajo en EAJ 55 Radio Algeciras Portavoz del Campo de Gibraltar. Lo oyeron y no dudaron en ficharlo. "Era director Pedro Liñana y Agustín Moriche, jefe de programación. Me hice cargo de los informativos, sustituyendo a Juan García Beamud, y creé un programa de deportes que, entonces, no había. Así empecé", contaba años después en este periódico, al que regaló brillantes artículos. Sin embargo tiene que dejar, por primera vez, la radio algecireña. Se marcha a Melilla a hacer la mili y allí alterna las guardias con programas de radio durante dos años. En abril de 1963 regresa licenciado a Algeciras y se incorpora a su puesto de trabajo en la EAJ 55. El 19 de junio de ese año pasa para siempre a la historia del Algeciras CF cuando narra el ascenso en el campo de Vallejo en Valencia, ante el Atlético Baleares. Y no sólo eso. Él mismo llevó en su coche a Periquito, que no había sido convocado inicialmente, pero acabó por jugar en sustitución de Beato y marcando el gol del gran salto a Segunda.

Ya era la voz de Algeciras y sólo tenía 23 años. Pero tuvo que sufrir un duro varapalo, por culpa de la censura, cuando realizó un comentario crítico sobre una autoridad local y fue despedido. En los cuatro años que estuvo fuera de las ondas dejó huella en el diario Área, donde siguió formándose mientras trabaja como administrativo en una empresa algecireña. El 3 de junio de 1967 se casa con Lely Rodríguez Valero, en la época en la que llega a Radio Algeciras Sergio González Otal. El querido director busca nuevas voces, habla con el padre Cruceyra y con Juan Ricardo Delgado Silva y los dos le recomiendan a Pepe Ojeda, que regresa a la casa que le acompañaría ya toda esa vida que contó en el libro Mis memorias en la radio.

Por su vera pasaron Agustín Moriche, María Dolores García, Pepe González, Juan Suárez, Maribel Solis, Vicente Chuts, Paco Franco, Pepe Solino, Fernando y Miguel Portilla y Silvestre Aparicio. Creó Buenos días señor alcalde, Navidad con amor, Nocturno andaluz, transmitió ferias, corridas de toros, partidos de fútbol, fiestas patronales y Semana Santa. En dos años nacieron José María y Javier.

Retransmitió en directo la última corrida en La Perseverancia y la inauguración del coso Las Palomas. Publicó Mis conversaciones privadas con el matador de toros Miguel Mateo Miguelín, del que era gran admirador.

En la plantilla de Radio Algeciras permaneció hasta 1995, cuando se prejubila en una reestructuración de la empresa. Pero no se retira. Sigue colaborando con su emisora de su alma. Escribe en Europa Sur, colabora con Onda Algeciras Televisión. El Área sigue siendo su casa. Ya es un libro abierto en el que cabía toda la historia reciente de la ciudad. Que es, en realidad, la historia de radio Algeciras. "Su amplia trayectoria en esta casa, le convirtió en el buque insignia de quienes durante años han ejercido el periodismo en Radio Algeciras SER", manifestó ayer el director de contenidos, Cándido Romaguera. "Pepe Ojeda lo hizo todo en la radio. Nos enseñó a través de las ondas. Radio Algeciras despide a un amigo y transmite su condolencia a Lely, su mujer, y sus hijos, José María y Francisco Javier, haciéndoles llegar un abrazo sincero y fraternal en nombre de todos, que hizo mucho por la sociedad algecireña", continuó.

Pepe Ojeda es la única persona que ha pregonado dos veces la Semana Santa de Algeciras. No en vano era un devoto nazareno. El hermano número uno de la nómina de la cofradía en Algeciras, que ayer transmitió su "hondo y triste pesar" por la muerte del, recuerda, testigo de excepción de la reorganización de 1980. Ocupó el cargo de secretario de distintas juntas de gobierno durante varios mandatos de los hermanos mayores José Ortega Díaz y Manuel García Campillo. Perteneció a la junta Permanente del Consejo local de Hermandades y Cofradías. Junto a Manolo Martín organizó el I Certamen poético del Nazareno, lo que hoy es la Exaltación. Fue autor de numerosos artículos y charlas cofrades. "Rezamos al Señor para que lo tenga en su santa Gloria junto al regazo de su Virgen de la Amargura, nuestra Madre y Reina Nazarena", dijo ayer García Campillo.

Pepe Ojeda pregonó también la Feria Real de Algeciras y el Carnaval Especial. Su labor en la radio le llevó a obtener el máximo galardón de la prensa del Campo de Gibraltar y el Ayuntamiento lo premió por su labor de promoción de la ciudad. Recogió durante años por las calles de la ciudad todo el cariño que él puso en retransmitir sus tradiciones. "Hemos sido miles los algecireños que hemos crecido con la voz de Pepe Ojeda, testigo privilegiado del desarrollo de la que fue siempre su tierra, a la que llegó siendo un niño desde su Tetuán natal. Pero además de ser un periodista de raza, Pepe Ojeda siempre estuvo al servicio de quienes más lo necesitaban, y entre su legado nos queda la campaña Navidad con Amor, que puso en marcha en 1963", manifestó ayer el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, que el 23 de febrero de 2013 le entregó la distinción que el municipio concede por el Día de Andalucía. "Es un día triste para Algeciras, en el que despedimos a un amigo y en el que todos queremos estar al lado de Lely, su esposa, y sus hijos, José María y Francisco Javier, haciéndoles llegar nuestro abrazo más sincero y fraternal", declaró la primera autoridad municipal.

En el Algeciras Club de Fútbol era una institución. No sólo porque retransmitió más de 700 partidos, en los que dio voz al algecirismo, sino porque es el autor de la letra del himno del club, del que nada menos que Abel Moreno escribió la música. Fue colaborador de la directiva y, sobre todo, uno de los más grandes defensores de su historia. La junta directiva de la entidad, sus jugadores, técnicos, empleados y colaboradores mostraron su más sentido pésame por la muerte del algecirista.

La Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar también lloró ayer su fallecimiento. En 2007 lo homenajeó, con la insignia de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). "Ha sido además todo un ejemplo de periodista en una época en la que las nuevas tecnologías no habían llegado aún a los medios de comunicación (...)", expresaron sus antiguos compañeros de profesión, que estarán presentes como otros muchos colectivos y asociaciones hoy a las 12:00 en el acto del sepelio, en la Parroquia del Santísimo Corpus Cristi.

En septiembre de 2003 Pepe Ojeda estuvo frente a frente con otra leyenda del periodismo comarcal, el también fallecido Paco Prieto, que le dedicó uno de sus recordados 'El túnel del tiempo' en Europa Sur. "Los periodistas, los curas y los toreros no nos jubilamos nunca", le dijo Ojeda a Prieto. Pues eso, palabra de maestro.

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