feria real 2017 | crónica del lunes

De Feria a parque de atracciones

  • Las zonas de los 'cacharritos' se llena de familias y adolescentes aprovechando la jornada de descuentos

  • La mayoría del público llena el Real al atardecer

La Feria Real de Algeciras se convirtió ayer en un gran parque de atracciones o, al menos, a eso iban los más pequeños. El lunes se puede definir ya por excelencia como el Día de la Infancia al reducirse el precio de las atracciones. Después de un primer fin de semana de intensidad, cargado de actos multitudinarios como la Cabalgata o el Domingo por Sevillanas tocaba el turno ayer de darse el tradicional paseo de reconocimiento a plena luz del día con los más pequeños de la familia.

La jornada arrancó con tranquilidad y con los operarios de limpieza redoblando esfuerzos para volver a dejar listo el recinto Antonio Quintero tras el huracán festivo del Domingo por Sevillanas. Muchos vehículos y furgonetas accedían a pie de caseta para reponerlas de víveres y bebidas.

El mediodía en la Feria el lunes estuvo a medio gas, destacando en algunas casetas los almuerzos concertados de empresas, amigos o colectivos. En Fas Portuarios volvieron a repetir los más mayores del asilo San José y los usuarios de Asansull, en un almuerzo de convivencia con los trabajadores.

Hasta bien entrada la tarde no empezó a notarse un mayor ambiente en la calle del Infierno. Un total de 72 atracciones entre infantiles, de animación y para adultos encendieron sus luces y acompañaron con música los viajes de los niños y niñas. Las últimas horas de la tarde fueron para los pequeños, dando paso a los grupos de adolescentes una vez empezaba a caer el sol. Muchas casetas aprovecharon este lunes para celebrar sus fiestas infantiles, por lo que fue a partir de las 20:00 cuando la Feria empezó a notar un gran bullicio.

La reducción del precio de los billetes era el principal reclamo para los padres, que tenían un poco más de margen en el bolsillo para que los hijos pudieran disfrutar sin rogar demasiado. No sólo había familias, sino también grupos de amigos de apenas cuatro o cinco años acompañados por padres.

En la zona infantil los precios oscilaban en torno al 1,5 o 2 euros con reducciones del 33 al 50%, dependiendo de la atracción. Además, se respetó la tradición y muchos niños y niñas fueron ataviados con la vestimenta típica de la fiesta, ya fuera de gitana o de corto.

En la zona alta las atracciones más sofisticadas tenían precios de 2 a 2,5 euros, cuando lo habitual es los 3 euros e incluso más. Los puestos de comida también se llenaron de ciudadanos. La comida rápida era el principal reclamo sin olvidar las chucherías, los helados y los algodones de azúcar.

El lunes volvió a ser un día familiar y tranquilo, un paréntesis en la fiesta para que los pequeños disfruten de la diversión, que es lo que importa en estos tiempos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios