Los refugiados de los campamentos saharauis en el desierto de Tindouf (Argelia) han tenido en las últimas semanas a unos visitantes muy especiales, en concreto a un grupo de profesionales del hospital Punta de Europa de Algeciras. No ha sido un viaje de placer sino de solidaridad y amor hacia los demás. En apenas dos semanas han realizado alrededor de 700 consultas y 52 intervenciones, 50 de ellas con anestesia general.

Las condiciones de vida y el clima son las principales causas de las afecciones detectadas entre los pacientes, con dolencias en oídos, nariz y garganta. El principal objetivo de la expedición, como en años anteriores, fue la de asistir a la población en el área de otorrinolaringología y en esta ocasión, además, en la materno-infantil al contar con la presencia de una ginecóloga y un matrono.

La expedición ofreció asistencia materno-infantil por primera vez

No sólo se han dedicado a sanar, también han formado al personal local, dando los primeros pasos de un proyecto de cooperación con la escuela de Enfermería de la zona de cara al próximo año. Esta expedición se lleva a cabo en el marco de un proyecto de cooperación con organizaciones no gubernamentales que impulsa el sistema sanitario público de Andalucía.

El viaje comenzó el 24 de febrero y finalizó el 11 de marzo. Ocho profesionales del hospital algecireño han formado parte del equipo, concretamente los especialistas en Otorrinolaringología Diego Rodríguez y Antonio Caravaca; las enfermeras Isabel Fernández y Ana María Martínez; las auxiliares de enfermería Conchi León y Palma García; el matrono Sergio Alberto Rivera; y la especialista interno residente en Ginecología, Lucía González. Junto a ellos viajó también Javier Piury, un anestesista del hospital San Rafael de Cádiz y se contó con la ayuda de tres cooperantes de la asociación Enyanin, que es quien organiza esta expedición cada año.

La experiencia personal y profesional ha sido muy gratificante para los sanitarios. La colaboración de las administraciones y patrocinadores para poder desarrollar esta iniciativa ha sido fundalmenta y, especialmente, la labor del personal sanitario de los campamentos de refugiados.

Tanto la asistencia sanitaria en los campamentos como la alimentación, las infraestructuras y otras necesidades básicas dependen de la cooperación y la solidaridad internacional. Las personas que viven en ellos disponen de dispensarios para la asistencia sanitaria más básica y de un rudimentario hospital con unas 50 camas donde se realizan las intervenciones quirúrgicas no ambulatoria.