"Si vas a correr, que sea por el filo". Es uno de los últimos mensajes que pueden leerse en el perfil personal de Andrés Roca Rey en su perfil de Instagram. El peruano pone como una olla en ebullición cualquier plaza donde coloca un pie. Para los empresarios, resulta una bendición por su enorme tirón en taquilla. Todo el mundo quiere verle y empieza a convertirse en un fenómeno social que trasciende el ámbito taurino. Este jueves, se anuncia en Algeciras, en la primera corrida de toros de la feria.

Llega tras poner boca abajo a la Monumental de Las Ventas, que quedó petrificada por su inquebrantable valor. En la Feria de Abril de Sevilla, abrió por primera vez en su carrera la Puerta del Príncipe.

Los aficionados más puristas, sin embargo, le critican cierta falta de ajuste y que se alivia toreando con el pico de la muleta, por lo que resulta habitual que se desencadenen broncas y debates en torno a su toreo, algo que sólo acrecienta su popularidad. 

En 2021, Roca Rey indultó en Algeciras a Cautivo, un bravo toro de Santiago Domecq. El año pasado, no obstante, los toros de esta ganadería aguaron el festejo.

Roca Rey en el túnel de cuadrillas de la plaza de Las Palomas en 2021.

El peruano hace el paseíllo junto a otro joven muy querido por la afición: Pablo Aguado, con quien mantiene una fuerte competencia desde la Feria de Abril de 2019, cuando el sevillano abrió una Puerta del Príncipe histórica tras cortar cuatro orejas en una tarde memorable. Aguado, estandarte del toreo clásico, llega a Algeciras por la vía de la sustitución, ocupando el puesto de José María Manzanares, que se recupera de una operación por una lesión cervical. 

Es el veterano Salvador Vega quien abre este bonito cartel. El malagueño, muy unido siempre al Campo de Gibraltar, reapareció en el año 2020.

Cartel de la primera corrida de la Feria Real de Algeciras 2023.

Torrealta

La vacada pasta a pocos kilómetros de Algeciras, en Medina Sidonia. Es propiedad de Borja Prado, presidente de Endesa desde 2009 a 2019, quien ha puesto como representante a su hija, Pilar Prado, la cual trabaja en Londres, en el sector financiero. Cada dos por tres, la joven coge un vuelo que la deja en el aeropuerto de Gibraltar y así puede supervisar el devenir de su querida ganadería brava. 

Desde 2013, Borja Prado refrescó la divisa de Torrealta, de encaste Juan Pedro Domecq, con sementales de Santiago Domecq, Garcigrande, Núñez del Cuvillo y Victoriano del Río.