El Ayuntamiento de Castellar ultima los detalles para la puesta en marcha del proyecto de microindustrias de productos agroalimentarios artesanos a lo largo del primer trimestre de 2017. La infraestructura que acogerá las microempresas ya está terminada y en estos momentos se encuentra abierto el plazo para optar al alquiler de uno de los cinco módulos disponibles.

La iniciativa se basa en la habilitación de una nave municipal de 250 metros cuadrados ubicada en la avenida de Las Adelfas como recinto para acoger a la agrupación de Artesanos de Castellar. El interior de la nave ha sido reformado con la construcción de cinco módulos de 27 metros cuadrados cada uno completamente adaptados a la normativa para el tratamiento de productos alimentarios y una zona de ventas.

En ellos, los artesanos que accedan a la gestión de uno de los módulos a través del concurso público actualmente en marcha podrán ejercer una actividad económica de transformación y venta de productos agroalimentarios tradicionales. "El proyecto pretende ofrecer a los vecinos la posibilidad de desarrollar una actividad económica basada en los productos de la zona. Por ejemplo, para elaborar dulces, cerveza o conservas con productos locales. El Ayuntamiento se ha encargado de habilitar un recinto que está diseñado conforme a todos los requisitos exigibles por sanidad para este tipo de actividades. Ahora sólo queda que los interesados hagan uso de estos módulos", explica Juan Casanova, alcalde del municipio promotor de la iniciativa.

El Ayuntamiento de Castellar ha invertido 205.000 euros en la reforma de la nave a través de un proyecto del Programa de Fomento del Empleo Agrario (Profea) más una aportación municipal para remates. Cada uno de los habitáculos cuenta con pintura especial, iluminación específica y una pileta, entre otros equipamientos básicos.

Los módulos, según el concurso público que se resolverá en las próximas semanas, se concederán por cuatro años con la posibilidad de dos más de prórroga a razón de unos 75 euros de alquiler mensual. "Resulta difícil encontrar un recinto similar con similares características, ya reformado y con un precio tasado como éste. Nuestra intención ha sido ofrecer un recurso municipal para generar empleo y también para evitar que parte de esa tradición y productos de la zona no se pierdan", justifica el alcalde.

El plazo para optar al recinto sigue abierto, si bien Casanova señala que ya hay dos ofertas presentadas. A finales de enero se producirá la adjudicación y en el caso de que queden vacantes no se descarta una nueva licitación. Entre las estipulaciones previstas se contempla el uso del máximo número posible de productos locales, entre otros criterios. La maquinaria y enseres necesarios para la actividad deberán correr por cuenta del adjudicatario, así como los permisos y los impuestos derivados de ella. "Nosotros ofrecemos el espacio. Ahora queda que la iniciativa de los vecinos llene la nave de actividad y se genere empleo a través de una idea en la que hemos puesto mucho cariño", resume Casanova.