25 años de la estatua tarifeña

Las bodas de plata de Sancho IV

  • Tarifa recuerda cómo se gestó la creación del monumento al reyl Más de 2.000 personas asistieron a su inauguración en el año 1992

Momento de la inauguración de la colocación de la estatua de Sancho IV el Bravo, en el año 1992.

Momento de la inauguración de la colocación de la estatua de Sancho IV el Bravo, en el año 1992. / wenceslao segura

Por su lado pasan a diario cientos de personas. Pero él parece estar tranquilo, observando el devenir de los años del pueblo conquistado bajo su mandato, el 21 de septiembre del año 1292. Es el rey Sancho IV el Bravo, cuya estatua, a los pies del castillo tarifeño, ha cumplido 25 años desde el día en que fue colocada para conmemorar los 700 años de aquel acontecimiento histórico, en un acto al que acudieron 2.000 personas.

Fue en 1990 cuando el Ayuntamiento de Tarifa, presidido por Antonio Ruiz Giménez, decidió constituir una comisión ciudadana para preparar tan importante celebración. Formaron aquella comisión el alcalde, Miguel Manella Guerrero, José Donda Cárdenas, Rafael Sánchez Ruiz, Manuel Reiné Jiménez, Jesús Terán Gil, José Araujo Balongo, Wenceslao Segura González, Juan Manuel Marcos Fernández, Manuel Liaño Rivera y Sebastián Trujillo Martínez.

Del trabajo de aquella comisión salieron tres importantes proyectos: la creación de la revista de investigación de temas tarifeños Aljaranda, que actualmente se sigue publicando; la aprobación de la bandera municipal de Tarifa y la colocación de una estatua de Sancho IV en recuerdo de la conquista que hizo de la estratégica plaza de Tarifa.

El pintor y escultor tarifeño Manuel Reiné Jiménez recibió el encargo de realizar la estatua. Reiné contaba con cierta experiencia ya que también es autor de la escultura en piedra de Guzmán el Bueno que se encuentra en el paseo de la Alameda y que fue inaugurada en el año 1960 con motivo de las celebraciones del milenario del castillo.

"La obra del artista local que finalmente fue colocada representa al rey castellano-aragonés después de conquistar Tarifa al reino de Marruecos. Está sentado en una silla y en su juvenil rostro de sólo 34 años de edad se perciben tras su seriedad, los rasgos de la tuberculosis que tres años después le llevaría a la muerte", explica Wenceslao Segura, uno de los componentes de la comisión.

A la izquierda de la imagen sedente del rey se encuentra recostado un león en representación de la fuerza y pujanza que en la guerra mostró Sancho IV. A su derecha le acompañada un escudo apoyado en la silla, donde están grabadas las armas de los reinos de Castilla y León, y con su mano izquierda el rey mantiene suavemente la empuñadura de su espada. Sancho IV aparece vestido con ropas de la época y destaca su corona articulada, una reproducción de la auténtica que se encuentra en el museo de la catedral de Toledo, donde fue enterrado el rey. El conjunto realizado en bronce se apoya en un pedestal recubierto de piedra ostionera con una placa con la leyenda: "A Sancho IV el Bravo en el VII centenario de la toma de Tarifa. 1292-1992".

Wenceslao señaló que con motivo de la celebración de las actos en recuerdo de la conquista de Tarifa, el Ayuntamiento realizó las gestiones para dotar al municipio de una bandera municipal. El proyecto de la bandera -rectangular, compuesta de tres franjas horizontales, de colores roja, blanca y azul - fue del vexilólogo Tomás Rodríguez Peñas, quien recibió la aprobacion del proyecto en el pleno municipal del 12 de junio de 1992.

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