El grupo catalán La Seda de Barcelona insiste en la posibilidad de cerrar la planta de Artenius San Roque como una de las medidas incluidas en su plan de desinversión aprobado recientemente.

Fuentes de la compañía aseguraron a este diario esta semana que el mal clima laboral como consecuencia de la acción sindical del comité de empresa condicionaba el futuro de la factoría y emplazaron a una mejora de las relaciones como condición para continuar la actividad. Los sindicatos restaron importancia a esta posibilidad, si bien el diario económico Expansión publicó en su edición de ayer que, ahora, el grupo sigue planteándose el cierre de Artenius San Roque y aporta otro nombre a la terna de factorías que podrían echar el cierre. En este caso, se trata de la planta de Wilton (Reino Unido) donde trabajan 220 empleados después de que se recortaran 50 empleos en 2008.

El diario económico cita, según fuentes cercanas a la compañía, que la compra de Wilton en 2006 ha resultado inviable pese a los esfuerzos de inversión realizados, lo que ratifica las críticas de parte del Consejo de Administración hacia el ya ex presidente Rafael Español.

La compañía estudia cómo reducir hasta 300 millones de euros de su deuda en un plan de desinversión cuyo desarrollo previso de dos años contempla la puesta a la venta de las factorías de Portalegre (Portugal), Grecia y Turquía, así como el 50% del proyecto de Sines.