El ritmo de crecimiento que ha experimentado el parque de vehículos en la provincia de Cádiz en los últimos años se ha frenado de manera brusca en 2008. La venta de turismos y todoterreno se ha estancado como consecuencia de la cacareada crisis económica hasta el punto de descender más de un 26,8% en los nueve primeros meses del presente año respecto al mismo periodo de 2007, aunque el porcentaje en términos negativos aumenta hasta el 35% si se contabilizan los últimos cinco meses.

Los tres primeros trimestres del ejercicio anterior se saldaron con poco más de 27.000 coches matriculados por los más de 19.800 registrados hasta final de septiembre de este año. Esto supone que hasta la fecha se han vendido 7.200 coches menos.

El mercado de vehículos industriales ligeros y pesados se ha resentido aún más al bajar el volumen de ventas una media de más de un 43%: de los 3.656 hasta septiembre de 2007 se ha pasado a los 2.061 del año en curso.

Los años de bonanza que han vivido los concesionarios se han topado con el fuerte vendaval que ha supuesto la desaceleración económica y la consiguiente tendencia decreciente en las matriculaciones que se agudizó desde el pasado mes mayo, cuando la caída de la venta de coches empezó a superar el 30% en la provincia gaditana.

El año 2008 comenzó con cifras decrecientes de matriculaciones (un 13,6% menos en enero respecto al mismo periodo de 2007) que fueron empeorando a medida que fueron pasando los meses. Los porcentajes más negativos los arrojó agosto, con un 41,97% menos de ventas que en el mismo mes de 2007.

Pero fue septiembre cuando menos coches se vendieron (entre turismos y todoterrenos) a lo largo del año, un total 1.626 frente a los 2.518 que se matricularon en el mismo mes de 2007. Los propietarios han llegado a calificar este mes como "septiembre negro", aunque esperan que octubre arroje un balance más positivo que les oxigene.

Por canales, llama la atención el retroceso registrado en las ventas a flotas de alquiler, con un descenso del 53,4% en lo que va de año, según los datos aportados por la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la provincia (Acoauto). Las ventas a empresas y particulares experimentaron un descenso del 15% y del 29%, respectivamente, hasta septiembre de 2008.

El número de nuevas matriculaciones por carburante durante este año refleja un descenso de un 28,4% de los turismos y todoterrenos diesel y una caída del 22,2% en gasolina.

Ni siquiera la bajada de los precios de la gama media de los turismos (un 3,1% menos que el año pasado, con un gasto medio de 21.079 euros por vehículo adquirido) ha conseguido que los concesionarios se acerquen a sus objetivos.

El descenso de las matriculaciones de vehículos ha supuesto una reducción en el empleo en un sector en el que trabajan más de 2.000 personas en la provincia. El número de puestos de trabajo camina en paralelo al volumen de ventas: a más matriculaciones, más empleo, y viceversa. En este caso, la situación actual "obliga a realizar una adecuación de la plantilla de los grupos de venta", explica Antonio Romero-Haupold, presidente de Acoauto y de la Federación Nacional de Concesionarios de Automóviles (Faconauto).

Las reducciones de las plantillas se han realizado mediante tres fórmulas, según Romero-Haupold: los comerciales que abandonan su puesto de trabajo porque ven mermados sus ingresos por incentivos por la escasez de ventas; los que acaban contratos que no son renovados, y los que son despedidos de forma directa.

El año 2008 está siendo largo, sobre todo los últimos meses. Los concesionarios de coches asentados en la provincia están "aguantando el tirón" aunque sufran pérdidas por la considerable disminución de sus negocios.

Los propietarios de establecimientos soportan el bajón de las ventas gracias a la solidez de sus empresas, asegura el presidente de la entidad que los agrupa. "Las empresas son sólidas porque cuentan con sus propios inmuebles en propiedad", subraya Romero-Haupold, que no olvida que el principal soporte de los concesionarios es el servicio de posventa.

Los empresarios dedicados a la venta de motocicletas y ciclomotores están sufriendo menos que los de turismos, aunque también han notado la caída de las matriculaciones en torno a un 15% respecto a la temporada anterior. Las ventas no han bajado tanto porque las motos son más baratas tanto en el precio como en el transporte.