Pocos productos turísticos en la Sierra se han consolidado tan rápido y con robustos cimientos como el de la Vía Verde. Este atractivo natural y de ocio cumplió hace unos meses sus 15 años de existencia, con unas cifras de vértigo, que le han valido convertirse en pionero y modelo de experiencia para el arranque de otras vías verdes en España.

Hasta la Vía Verde de la Sierra llegan cada año una media de 200.000 personas para disfrutar de naturaleza, senderismo y cicloturismo al aire libre. Esta iniciativa ha sido capaz de salvar de las ruinas tres antiguas estaciones de ferrocarril, crear 35 empleos directos y otros tantos indirectos. También propiciar la creación de alojamientos rurales en pequeños pueblos donde antes no los había y consolidar un observatorio de buitres en el paraje de Zaframagón, que está incluido en la red museística nacional, y un centro de interpretación. Así que todo ello le ha valido, desde su puesta en funcionamiento hace una década y media, un puñado de premios europeos a la excelencia.

Y lo más importante, ha rescatado del olvido la línea férrea que se creó, a principios del siglo XX, entre Jerez y Almargen para acercar el ferrocarril a la Sierra. Una línea por la que nunca pasó el tren, pero que, en este tiempo, ha traído nuevas oportunidades de negocio a pequeñas empresas locales.

Esta vía que recorre 36 kilómetros entre las localidades serranas de Puerto Serrano y Olvera y pasa, también, por los términos sevillanos de Coripe, El Coronil, Montellano y Pruna, se enfrenta, ahora, a un nuevo reto. La posibilidad de ampliar este trazado por la parte de Olvera y Pruna, en 10 kilómetros más, recuperando viejos caminos y un total de 12 túneles. La materialización de esta gran aspiración dependerá de los resultados de los estudios geotécnicos, que están proyectados. Por lo pronto, Adif y la Fundación Vía Verde de la Sierra, compuesta por los municipios por los que transcurre esta línea, y las diputaciones de Cádiz y Sevilla, firmaron el pasado año un convenio para la cesión de estos 10 kilómetros, que salen desde la antigua estación de ferrocarril de Olvera y llegan hasta la carretera de Almargen, ocupando los términos de Olvera y Pruna. "Si no se pueden rehabilitar los 10 kilómetros porque puede haber problemas en algunos de los túneles, al menos se podría hacer la ampliación hasta el camping de Pueblo Blanco (en Olvera) y enlazar con el municipio de Pruna", explica la gerente de la Fundación, María Jiménez. Para ello, la Consejería de Turismo de la Junta anunció hace unos días el aporte de una ayuda para el inicio de estos estudios de conexión, en principio, hasta Pruna y para el afianzamiento de otras infraestructuras existentes en el recorrido por valor de más de 500.000 euros. La ampliación sería, en boca de la presidenta de la Vía Verde de la Sierra, la diputada gaditana María Isabel Moreno, un "revulsivo" para mejorar este producto turístico que, en su opinión, "está sumando las potencialidades de los pueblos".

"Ojalá que se puedan recuperar esos 10 kilómetros. Todo dependerá de los estudios", afirma Moreno. De igual manera, la Fundación está estudiando la posibilidad de enlazar la localidad de Setenil de las Bodegas con el tramo de vía de Olvera, que afianzaría un nuevo enlace.

Hay que recordar que la Vía Verde de la Sierra ha provocado, en estos 15 años, el desarrollo de pequeños negocios en alguno de los pueblos por los que discurre. Influenciada por ella, Puerto Serrano cuenta ya con sus primeros alojamientos rurales con el acondicionamiento de su antigua estación ferroviaria y con nuevos apartamentos turísticos en el emplazamiento; Olvera ha experimentado un mayor crecimiento de plazas y la apertura de casas rurales o Coripe ve cada fin de semana cómo se llenan sus bares de ciclistas y senderistas para disfrutar de la gastronomía.

"Es indiscutible que la Vía Verde nos da vida. Nuestros clientes, la mayoría nacionales y alemanes, franceses y holandeses, buscan este atractivo, además de la gastronomía y conocer los pueblos más típicos", admite Yolanda Berdugo, gerente del camping Pueblo Blanco, en Olvera, cuya infraestructura nació en 2012, con 200 parcelas para autocaravanas y 12 bungalows. De igual manera piensa Andrés Orozco, gerente de la estación ferroviaria de Puerto Serrano, que ofrece desde hace varios meses 44 plazas entre el edificio y los ocho apartamentos turísticos abiertos a pie de la Vía Verde. "Antes de esta apertura, el pueblo de Puerto Serrano no contaba con ningún alojamiento", añade. Pero la crisis también se ha dejado notar en el recorte de ayudas, no así en la afluencia de visitantes, que se ha visto redoblada. Por ejemplo, el observatorio de buitres de Zaframagón, en Olvera, la joya de la corona de esta vía, ha visto a lo largo de 2015 una reducción en el horario de visitas por falta de recursos, limitándose su apertura a los fines de semana. Ahora, la Fundación confía en volver a suscribir un nuevo convenio con la Diputación de Sevilla para abrir este enclave todos los días. Se trata de un lugar que visitan 15.000 personas al año.

De momento, la Junta de Andalucía ha aportado unos 400.000 euros a la entidad para realizar nuevos proyectos y ha dado unos 100.000 euros al Ayuntamiento de Olvera para que conecte, a través de un carril bici, todos los hoteles y el camping local con la Vía Verde. La Fundación acometerá a corto plazo un plan de incremento de la calidad en los edificios e infraestructuras turísticas del trazado, por valor de 60.000 euros. Además, realizará un nuevo plan de señalización y de adaptación de la vía a las nuevas tecnologías, con un presupuesto de 122.516 euros. En este apartado se incluye la colocación de ecocontadores para tener mayor constancia de las visitas.

Habrá una partida de 17.749 euros para el equipamiento del edificio cantina en Zaframagón y un plan de dinamización de la vía, por valor de 148.000 euros para la reactivación del turismo ornitológico y de actividades lúdicas. De igual modo, la Fundación Vía Verde se marca como reto incluir esta ruta entre los touroperadores internacionales, a través de un programa europeo en el que participan seis países para comercializar este producto serrano.