La delicada situación económica por la que atraviesa la empresa Transportes Generales Comes, con pérdidas anuales que rondan el millón de euros, una cifra que se superó en 2007 y que puede volver a repetirse en el 2008 en un mercado en recesión y con el precio del combustible en continua subida, ha llevado al consejo de administración de la compañía a iniciar la búsqueda de posibles compradores.

Hace al menos unos seis meses se contrató a una empresa de servicios encargada de cuantificar el verdadero valor de mercado de Comes y localizar a posibles candidatos para su compra. A pesar de la mala situación financiera que soporta, la empresa siempre ha sido un bocado apetecible especialmente por los grupos internacionales que en los últimos cinco años se han lanzado a la adquisición de sociedades con un peso pequeño o mediano con los que engordar sus negocios. Ayer la empresa mantenía un mutismo casi total. Alfonso Caravaca, gerente de la empresa, se limitó a contestar con un "puede ser" a la pregunta de este periódico sobre la posibilidad o no de una inminente venta de la compañía.

Fuentes cercanas a este grupo, un histórico del mundo de la empresa en la provincia que cuenta con una flota de 105 vehículos y una plantilla de 260 trabajadores, indicaron ayer a este diario que "Comes abrió un cuaderno de ventas a un tercero hace un tiempo aunque la operación aún podría estar algo verde", especialmente en un mercado tan convulso como es el del transporte de viajeros, con operaciones de compra y ventas de gran calado a la orden del día. Hace ya unos meses los sindicatos alertaron sobre esta posibilidad de enajenación de la compañía, temiendo especialmente por sus puestos de trabajo.

La situación financiera de Transportes Generales incide también en un cierre más o menos rápido de estas negociaciones. Dentro de las cada vez mayores pérdidas anuales se incluye el efecto negativo que para sus cuentas ha tenido la puesta en marcha del transporte marítimo, mediante catamaranes, entre Cádiz, El Puerto y Rota. La empresa reclamó hace unos meses al Consorcio de Transportes, que gestiona estos barcos, 150.000 euros por las pérdidas que se habían ocasionado en las líneas de autobuses entre estas ciudades hasta el 31 de octubre de 2007. A partir del 1 de noviembre siguiente, el Consorcio permitió a Comes reducir la afluencia de autobuses en esos dos servicios. La espectacular subida del gasóleo ha terminado por quebrar la situación de la empresa.

Transportes Comes es propiedad de la Fundación Comes, muy volcada en programas de atención social, en un porcentaje que ronda el 90% del total. El resto se reparte entre pequeños accionistas, muchos históricamente relacionados con la sociedad. Fue fundada por Asunción Comes en 1928 y en 1971 pasó a ser sociedad anónima.