Cultura

Carlos Cuadros sustituye a Ignasi Guardans al frente del Instituto del Cine

  • González-Sinde pone al frente de la entidad a un técnico procedente del ámbito de la SGAE

Un hombre de gestión y sin vinculación política, el jiennense Carlos Cuadros, nacido en Cazorla hace 39 años, es el nuevo director general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), un notable cambio de perfil respecto al destituido Ignasi Guardans y que abre una nueva vía para un sector en crisis permanente.

Tras el nombramiento de Fernando Lara en 2004, proveniente de la dirección durante 20 años de un festival de cine -la Seminci-, y el de Ignasi Guardans en 2009, que había sido eurodiputado de CiU y se zambulló sin miramientos en la polémica, Cuadros supone una tercera vía pavimentada sobre las entidades de gestión de derechos de autor. "Mi intención no es desmontar nada, en absoluto", puesto que "el camino está perfectamente marcado por la ministra de Cultura", ha asegurado el nuevo cargo, añadiendo que el nombramiento supone pasar "de un lugar como la Academia, de unión de intereses y lugar de diálogo, a un puesto puramente operativo que me va a permitir hacer muchas cosas", dice.

Trabajo va a tener. "No creo que haya quedado nada desatendido, simplemente la cantidad de trabajo que hay es ingente. Hay muchas cosa por revisar y complementar, pero vengo de familia trabajadora y estoy encantado con todo el trabajo que tengo por hacer", reconoce.

Tras un Guardans polémico, mediático e infatigable, llega un hombre que cambia las formas pero no el fondo del trabajo de su antecesor. "El último año y medio, aunque no he querido crear un personaje público, he defendido en privado muchísimo la tarea de gestión de Guardans", ha explicado. Efectivamente, los que le conocen alaban su discreción y su precisión técnica. "Soy un hombre de despacho, pero ahora me toca asumir una parte representativa muy importante y estaré en los lugares en que tenga que estar", reconoce.

Tendrá que estar, desde luego, en la siempre espinosa cuestión de la Ley del Cine. "Aún le queda camino. Como todas las leyes y normas tiene un largo proceso y es una ley muy joven", explica, y seguirá el camino de Guardans, quien empezó "una renovación muy profunda y muy definida" del entramado legal del cine español.

Con esta sustitución, Ángeles González-Sinde vuelve a confiar en la capacidad de gestión de Cuadros -ella misma le hizo director de la Academia cuando la presidía ella-, pero ante la optimista acogida de este nombramiento muestra "miedo" porque no quiere, afirma, "defraudar a nadie".

Su trayectoria centrada en las entidades de gestión -en Fundación Autor, vinculada a SGAE, y Fundación Aisge- le puede reportar enemigos, pero Cuadros se defiende. "Las entidades de gestión han sido mi lugar de formación y en ellas he tenido la oportunidad de hacer muchas cosas. Estaba en la parte de las fundaciones, que se centraban en la actividad promocional de la cultura, y fue todo un lujo trabajar allí", explica.

Como González-Sinde, Cuadros considera el vendaval tecnológico que afecta al cine "una época de transición y cambio que puede ser una oportunidad", aunque reconoce que en España toca ponerse a la altura de Europa, especialmente en la cuestión de digitalización de salas y soportes. "Vamos un pelín retrasados", asume.

Después de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo que señala la incompatibilidad del canon digital con las leyes europeas, afirma: "Me creo el modelo de gestión colectiva de los derechos, y es algo en lo que la ministra también tiene una línea muy clara: fomentar el desarrollo de internet y la oportunidad que ofrece a la cultura, pero respetando los derechos de quienes la hacen posible".

Si bien Ignasi Guardans fue acusado por sus detractores de abordar con una perspectiva demasiado industrial el cine, Cuadros reconoce que mantiene la postura que ha defendido desde la Academia sobre la compatibilidad de arte e industria. Y otras cuestiones que preocupaban al director general saliente en sus últimos meses en el cargo -la formación cinematográfica, la restauración y la coproducción- serán también continuadas.

Pero, si su predecesor anunció un recorte en la promoción del cine español en el extranjero, Cuadros señala la importancia de esta cuestión. "Desde la Academia he tenido la oportunidad de comprobar que el cine español es un activo a nivel internacional impresionante, tenemos una marca España que no hemos sido capaces de comunicar a la gente, y es una pena".

Cuadros ya fue nombrado director de la Academia de Cine por Ángeles González-Sinde -cargo que ha ocupado hasta hoy- en su mandato como presidenta de esta institución y la confianza se ha renovado en esta nueva etapa profesional para este gestor cultural. Según el actual presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, Cuadros ha sido "el técnico que hay detrás de los sueños y las ambiciones" de la institución.

"Para un puesto así, es lógico que González-Sinde haya elegido a alguien que le da confianza por su capacidad de gestión y su entendimiento personal", según el productor y director Gerardo Herrero, amigo personal de Ignasi Guardans. "Conoce el sector y conoce el cine español", ha explicado Herrero. "Sólo queda desearle buena suerte y que haga bien su trabajo", considera De la Iglesia, convencido de que "será formidable".

El director Javier Rebollo, miembro de la plataforma Cineastas contra la Orden que se opuso a Guardans, describe a Cuadros como "un hombre muy preparado" y "con una gran dialéctica y una capacidad de diálogo que es la que debe tener un cargo tan complejo como un director general".

Su experiencia empresarial, para un cargo en el que no hay que perder de vista la cuestión industrial del séptimo arte -algo que se le reprochó por exceso a Guardans-, se articula alrededor de Escena Turística, compañía de producción y eventos que fundó en 2001. Además, ha desempeñado labor docente en el máster de Empresas e Instituciones Culturales de la Universidad de Salamanca y su formación incluye dos licenciaturas -en Arte Dramático por la RESAD y en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense- y el diploma en Dirección de Empresas Audiovisuales por el Instituto de Empresa.

El grueso de la labor de su antecesor ha sido el desarrollo de la Ley de Cine, para la que redactó la polémica orden ministerial que redistribuía las ayudas públicas para el sector y que quedó encallada durante meses en Bruselas.

Ahora, Cuadros tendrá que "equilibrar todos los problemas del cine español", según Herrero, y, en palabras de Rebollo, recordar que, para su nuevo cargo, "también es importante el gesto, la actitud, la relación con la gente, con los cineastas con los festivales, con la Filmoteca o con El Fondo Iberoamericano de Ayuda Ibermedia".

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