La Línea

La limpieza integral en La Velada no contenta a la asociación de vecinos

  • Los representantes vecinales se quejan de que haya que retirar los vehículos para que los operarios ejecuten los trabajos

La delegación de Limpieza llevó a cabo ayer tareas de limpieza intensiva en la barriada de La Velada. Sin embargo esta actuación no contentó a la asociación de vecinos del barrio, que lamentó que los residentes de la zona tuvieran que retirar sus vehículos para que se pudiesen realizar los trabajos.

El Ayuntamiento destacó que los operarios incidieron en el baldeo con agua a presión con productos desengrasantes en la plaza central de La Velada y en su pasaje interior, tareas que complementan a los que se realizan a diario.

El colectivo vecinal lamenta que el Ayuntamiento haya colocado carteles en las calles para que los conductores retiren sus coches con el fin de que se lleve a cabo la limpieza de las calles "con la advertencia de retirada por la grúa (con el miedo siempre de acicate)". La AAVV advierte de que la próxima calle será Colón. "Obligan a que se retiren de la calle a unos 50 coches aparcados. Prohíben el aparcamiento en esta calle dentro de los tres días siguientes, desde las 7:00 de la mañana hasta las 14:00. Creemos que esto carece de sentido y es una canallada la que se hace a los conductores, a los que no se les da tiempo ni para ver el cartel, pues realmente no están obligados a mover sus coches hasta la siguiente quincena que le permite la señal de aparcamiento", indica la AAVV La Velada.

Los representantes vecinales indican que no hay una alternativa para aparcar después el cierre de muchas zonas de aparcamiento que no estaban reguladas "donde muchos pobres (hoy mendigos la mayoría) se ganaban el plato de comida para ellos y sus familias, algo bueno de lo que además se beneficiaba la ciudad, conductores y el comercio".

El colectivo vecinal señala que este sistema se ha hecho "sin un estudio de viabilidad, coordinación y efectividad" y piden que ahora se limpie la parte de la calle que queda totalmente libre de coches y, la siguiente quincena, cuando se deba cambiar el margen en el que se puede aparcar, se limpie la otra parte de la calle para no ocasionar "caos ni perjuicios a los vecinos".

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