La Línea

Los puestos reubicados del mercadillo urgen otro cambio para salvar las ventas

  • Los comerciantes que montaban junto a la piscina calculan un 60% de pérdidas al estar menos visibles El Consistorio estudia una alternativa y apela también a que el público se acostumbre

El grupo de comerciantes del mercadillo de La Línea que ha tenido que ser reubicado por las obras de reforma que se ejecutan en las piscinas municipales reclama un nuevo cambio tras dos semanas en un emplazamiento donde, aseguran, las ventas han caído en picado. Hasta un 60% en algunos casos, según la asociación Fénix que agrupa a vendedores ambulantes. El Consistorio estudia una propuesta alternativa del sector sin que, hasta el momento, se haya pronunciado.

Los perjudicados, unos 60 autónomos (desde el puesto 131 en adelante), se instalan desde el pasado miércoles 18 de noviembre en un segundo plano tras la instalación general, frente a la ciudad deportiva. Este grupo conforma una especie de plaza anexa que, para los empresarios, les resta visibilidad y facturación. El lugar es el empleado por los camiones y caravanas de los feriantes durante las fiestas de julio y parte de sus accesos no están asfaltados.

Antes, estos puestos se instalaban en una calle perpendicular junto a la piscina cubierta de forma que se podía recorrer todo el mercadillo de punta a punta sin necesidad de hacer un rodeo al tener forma de "ele". Efectivamente, muchos de los clientes y visitantes del mercadillo lo atraviesan longitudinalmente y sólo una parte se separa de la calle principal para entrar en la zona anexa, tal y como pudo comprobar este diario ayer por la mañana. "Nos han metido en un boquete", comparó Virginia Moreno, propietaria de un puesto de textil en la zona reubicada y que aseguró haber abierto apenas la caja en las últimas dos semanas.

Como alternativa, los empresarios han propuesto al Ayuntamiento linense situarse en el tramo de la avenida del Ejército que va desde el IES Virgen de la Esperanza hasta la playa (lo que daría una nueva disposición en "ele" como la anterior). Su petición conllevaría que cada miércoles la circulación se efectuara sólo por una de las dos plataformas de la calzada -separadas por una mediana- con un carril por sentido trazado con conos.

El cambio se ha producido justo en las semanas del año de mayor consumo por la llegada del invierno y la cercanía de las fiestas de Navidad. "Hemos hecho una inversión en género al que ahora no podemos dar salida. Aquí no nos ve nadie. En la otra calle hay que esquivar a la gente y aquí no entra nadie. Y si llueve, nadie pisará el barro porque parte de esta zona es de tierra", añadieron varios tenderos en comentarios a este periódico.

Buena parte de los ambulantes consultados ayer relataron que tenían constancia de que iban a producirse modificaciones por las obras, pero censuraron que se les avisara justo el pasado miércoles cuando llegaron a montar por la mañana. "Deberían haber hecho el cambio en enero, una vez que hayamos liquidado las existencias tras las navidades. No que ahora me encuentro con mucha mercancía a la que no sé cómo voy a dar salida", protestó otra comerciante linense que aseguró llevar montando su puesto de objetos de decoración para el hogar desde hace 37 años. "Y nunca había hecho tan poca caja como ahora", apostilló. Tanto es así que parte de los puestos afectados por el cambio aseguraron que si no se produce una reestructuración para el día 2 de diciembre, no montarán.

La asociación de comerciantes Fénix, que agrupa a parte de los empresarios perjudicados -hay tres colectivos de sectoriales en La Línea, otro para artesanos y una asociación más-, destacó mantener una vía de diálogo abierta con el Ayuntamiento para dar solución a las quejas. "Hay buena disponibilidad para estudiar nuestra alternativa, pero lo cierto es que el cambio se ha hecho en un momento muy sensible de la temporada. Justo cuando comienza el invierno y la gente viene a comparar para equiparse", destacó Ángel Ponce, vicepresidente de Fénix e instalado en la zona afectada. "Las ventas han caído mucho", agregó tras insistir en que apuestan por alcanzar un entendimiento con el Consistorio que ven posible.

"La bajada es considerable. Varios socios han cerrado el día con ventas ridículas. De 20 o 30 euros cuando un día normal facturan 300 o 400", comparó José Antonio Moreno, secretario de Fénix.

La concejal de Mercado, Carmen García, explicó a Europa Sur que aún se trabaja en el estudio por parte de la Policía Local de la ubicación propuesta en la avenida del Ejército. "Tenemos que analizar no sólo el corte del tráfico que supondría, sino los medios humanos y materiales que haría falta para aplicarlo cada miércoles", apuntó, sin dejar cerrada la posibilidad aunque también apeló a que "es pronto" para que los clientes del mercadillo asuman la nueva ubicación de estos puestos. "Con independencia de que se haga un nuevo cambio, vamos a arreglar la zona de tierra con el fin de que no se formen charcos, que es otra de las quejas que me trasladaron los comerciantes esta semana. Lo que sí se puede asegurar es que junto a las piscinas, por seguridad, no pueden estar mientras duren las obras", concluyó la edil.

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