La Línea arropó ayer a María Auxiliadora en su recorrido desde la capilla del colegio Salesiano hasta la plaza de la Iglesia y en el de vuelta hasta su iglesia en una tarde llena de esplendor y devoción en la que el recorrido de la Virgen llenó de alegría las calles de la ciudad.

El cortejo estuvo acompañado por la Agrupación Musical de la Sagrada Cena de Cádiz, que a última hora sustituyó a la Agrupación Musical Nuestra Señora del Juncal, de Sevilla, según informó la web de La Línea Cofrade.

A las 18:00 salió de su capilla la imagen de María Auxiliadora, que recientemente fue restaurada en Cádiz, en los talleres del imaginero Luis González Rey.

Acompañada de un buen número de fieles María Auxiliadora enfiló las calles del centro de la ciudad tras atravesar la avenida Menéndez Pelayo y la calle Jardines. De ahí por las calles San Pablo, Carboneros, Plaza Fariñas, calle Carboneros, Pasaje Torres Vico y Plaza de la Iglesia, la Virgen estuvo acompañada por mucha gente, especialmente a las puertas del santuario de la Inmaculada Concepción.

La Virgen emprendió la vuelta por la calle Padre Rodríguez Cantizano, para recorrer las calles Sol, Clavel, Jardines, antes de volver por la Avenida Menéndez Pelayo a su capilla.

Con esta procesión la comunidad salesiana pone punto final a unos intensos actos en honor a María Auxiliadora, que tuvieron uno de sus puntos álgidos el pasado domingo, cuando tuvo lugar en la capilla del colegio un rosario de la aurora, la exaltación a la Virgen, la bajada de la imagen, el baile de los seises y el solemne besapié.

La imagen de María Auxiliadora llegó a la ciudad en 1958 y fue la primera en ser venerada y puesta al culto en la capilla del colegio con la llegada de la comunidad salesiana a La Línea.

El imaginero y restaurador Luis Enrique González Rey sometió a la imagen a una importante restauración durante unos dos meses. El gaditano, sobre todo, recuperó todo el estofado en oro fino que tenía María Auxiliadora en su origen y que con el paso de los años se fue deteriorando.