Más de dos años después las obras del nuevo hospital de La Línea volvieron a contar con la presencia de trabajadores de la constructora FCC, que ayer retomaron los trabajos. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se comprometió a que la obra sería reanudada antes de que finalizase el mes de noviembre y fue ayer, día 21, cuando la actividad volvió a un edificio que se quedó a medio construir y que durante todo este tiempo ha presidido la ronda norte de la ciudad como un gigante dormido.

Está previsto que los trabajos finalicen antes de que termine el año 2015, aunque el proceso para equipar el centro hospitalario llevará más tiempo, ya que el traslado de todo el equipamiento desde el antiguo hospital se dilatará, como mínimo, hasta mediados de 2016.

Para garantizar la finalización de un hospital que se hace más que necesario ante el estado de deterioro que presenta el actual la Junta ha presupuestado 45 millones de euros en sus cuentas para 2015. El proyecto plantea que el edificio acogerá un total de 248 habitaciones de uso individual, nueve quirófanos, 48 módulos de consultas externas, 19 salas de exploraciones y ocho consultas de urgencias, además de servicios de telemedicina y de diez salas: tres de rayos X, dos para telemando, dos ecógrafos, un mamógrafo, un TAC y una resonancia magnética nuclear.

La reanudación de los trabajos ponen fin, por el momento y hasta que el hospital no se encuentre e pleno rendimiento, a un culebrón que ha suscitado quejas de partidos políticos y colectivos y ha provocado la organización de dos manifestaciones multitudinarias en la que miles de linenses pidieron la finalización de las obras.

Tras años de espera y polémicas por los terrenos que el Ayuntamiento debía ceder a la Junta de Andalucía, motivada por la falta de acuerdo en torno a su situación y su superficie, las obras comenzaron en noviembre de 2010 y todo parecía ir a un ritmo vertiginoso hasta que, a principios de 2012, los trabajos fueron paralizados. Fue el PP el que lo denunció al tiempo que advirtió que la obra no estará lista en el plazo previsto, noviembre de ese mismo 2012.

La entrada en funcionamiento del nuevo centro hospitalario, según las fechas dadas en su día por la Consejería de Salud, estaba prevista inicialmente para comienzos de 2013. La delegación provincial de Salud explicó en mayo de 2012, tras la denuncia pública efectuada por el PP, que no se trataba de un problema de financiación sino que las obras habían sido paralizadas al introducir mejoras que obligaban a ello. El SAS definió lo ocurrido como una reprogramación del proyecto inicial.