La intención del Congreso de Estados Unidos a iniciativa del representante de Carolina del Norte, George Holding, de hacer pública una declaración institucional en apoyo del derecho de autodeterminación de Gibraltar, apunta a que, tal y como informó el rotativo Sunday Express "España va a estar sintiendo la presión del lobby en apoyo a Gibraltar tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos". Así al menos hay que interpretar la furibunda reacción a la carta del embajador español en la capital norteamericana, Ramón Gil-Casares, que ha sido duramente criticada por varios miembros del Legislativo de la City. Este, ya ha convocado la sesión en la que el jueves se pondrá sobre la mesa para el debate la petición anunciada al gobierno de Cameron de llevar a España ante el Tribunal Europeo de Justicia por sus ataques a la colonia británica.

La campaña llega después de varias informaciones en las que se asegura que Gibratar ha sido traicionada y por la petición expresa de acciones legales al ministro Philip Hammond a quien culpan de ser blando con la defensa de los intereses de la colonia. El miembro del Parlamento Andrew Rosindell, declaró al periódico The Sun el pasado domingo que "el Foreign Office podría haber hecho mucho más". Por su parte, el Sunday Express recordaba el pasado domingo que ya había finalizado el plazo de seis meses dado al Ejecutivo español para que tomara medidas sobre los retrasos en la frontera y las "incursiones" en lo que denominan "aguas territoriales de Gibraltar" un término nunca reconocido por los sucesivos gobierno españoles.

La intención de aumentar la presión sobre la posición española vino acrecentada después del plantón dado por el ministro Robert Goodwill en la reunión en la que se trataba el tema del Cielo Único Europeo en el que la posición española se impuso a la británica y se excluyó expresamente al aeródromo de la Roca. La actitud del representante británico sorprendió incluso a sus homólogos europeos y medios de comunicación de las islas llegaron a hablar de "furia" a la hora de referirse a su actitud.

Por lo anunciado en los últimos días, parece haberse dado el pistoletazo de salida a una campaña mucho más intensa por parte de los representantes británicos en cuantos ámbitos tengan la oportunidad de hacerlo. El objetivo parece ser García-Margallo y su política de "intransigencia contra todo lo que venga desde Gibraltar", señalaba el Express. Pasado mañana es la primera piedra de toque con una resolución parlamentaria en la que se prevén términos muy duros sobre la actitud española que acabará ante los tribunales europeos.