Gibraltar

Aduanas detecta una reducción en el contrabando de tabaco en Gibraltar

  • La directora del departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, Pilar Jurado, achaca el descenso al refuerzo en la vigilancia y control en el paso fronterizo de La Línea

La directora del departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de España, Pilar Jurado, aseguró ayer que se ha detectado una disminución de la intensidad con la que operan las redes de contrabando de tabaco, debido a las medidas adoptadas en los distintos recintos aduaneros, como es el caso de Gibraltar.

Así lo explicó Jurado en declaraciones a los medios antes de participar en la XX Jornadas Un lastre para la economía española. Venta ilícita, tolerancia cero, organizadas por Altadis y El Nuevo Lunes.

Jurado destacó que hay un foco muy claro de actuación de la redes de contrabando en las zonas limítrofes con territorios de baja tributación en el sur de España, donde se notó cierta reducción de la entrada de tabaco de contrabando por esos recintos aduaneros.

"Hay una cierta prevención por parte de las redes organizadas que están introduciendo el tabaco de contrabando ante la expectativa de que pueda haber una actuación más intensiva de ese control", indicó.

Según apuntó, aunque se ha notado una cierta reducción en la intensidad del contrabando de tabaco éste "no deja de hacerse".

Jurado subrayo que los controles siguen haciéndose y que se han introducido nuevos medios, como una furgoneta escáner "que detecta los dobles fondos de los coches", una práctica que es muy habitual para introducir esta mercancía ilícita.

En este sentido, resaltó la actuación de Aduanas en su trabajo continuo de realizar controles, labores de seguimiento y ejecutar posibles acciones contra lo ilícito de forma integral.

De esta forma, se cubren "las actuaciones naturales de controles dentro de los recintos aduaneros, tanto en expediciones comerciales como no comerciales con viajeros".

Pero también con una "actuación extensiva de investigación a nivel interno, tanto en la posible distribución ilegal de tabaco, como en el flujo financiero que se deriva en las redes de contrabando".

Jurado precisó que "donde hay una actividad ilícita que genera un lucro económico oculto tiene que haber un flujo financiero que, necesariamente, tiene ser objeto de colocación o de aplicación por parte de las redes que se dedican a esto".

Gibraltar se ha convertido en la principal vía de entrada del tabaco de contrabando, superando con mucha diferencia a otras zonas como Canarias, Andorra o los puertos.

Solo en 2013, entraron en Gibraltar 117 millones de cajetillas de tabaco, una cifra excesiva para una población que no supera los 30.000 habitantes y supondría que cada uno de ellos debería fumarse 9 cajetillas al día.

Precisamente, en la principal conclusión de la investigación de la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude sobre el presunto papel del Peñón como base para actividades ilícitas y evasión fiscal, se afirmaba que "hay motivos para creer que los delitos de contrabando de tabaco y blanqueo de capitales afectando a intereses financieros o de otra índole de la UE han sido cometidos" en Gibraltar.

En una carta remitida el pasado mes de julio al Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales del Ministerio de Hacienda español, los responsables de la OLAF, con sede en Bruselas, dan cuenta de que se ha completado la investigación sobre el contrabando de tabaco y el blanqueo de capitales en la colonia británica.

A consecuencia de ella, se recomienda la apertura de diligencias judiciales tanto a España como al Reino Unido.

Las consecuencias de este contrabando la sufren directamente los estanqueros, quienes han visto cómo el tabaco de contrabando ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos tres años, llegando a representar en algunas ciudades andaluzas cerca del 45 %.

Según datos de Aduanas, la media nacional del contrabando se situó en el 8,8 % al cierre de 2013, frente al 2,5 % de hace seis años, aunque se prevé que la cifra baje en 2014.

Dicho contrabando merma, además, los ingresos del Estado, ya que cerca del 80 % del precio de una cajetilla de tabaco son impuestos y se calcula que la pérdida de ingresos para las arcas públicas ascienden a 1.100 millones de euros al año.

La directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, Rocío Ingelmo destacó en su intervención que se ha producido una ralentización en la caída de las ventas de tabaco, en parte por ese descenso del comercio ilícito y por cierta mejora económica.

Ingelmo ha detallado que, en los seis primeros meses de este año, las ventas de cajetillas en España cayó un 1,6 %, frente al descenso del 11,5 % producido en 2013.

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