El modelo energético español es insostenible. En esto es en lo único que están de acuerdo los defensores y detractores de la energía nuclear. La alta dependencia exterior de España, fundamentalmente de combustibles fósiles como el petróleo -se importa casi el 80% de la energía-, la elevada factura reflejada en la balanza de pagos y el problema de las emisiones de gases de efecto invernadero hacen necesario un cambio radical. Lo difícil es decidir hacia dónde se camina. Una cuestión que volvió a enfrentar ayer, en la 35 Reunión Anual de la Sociedad Nuclear Española celebrada en Sevilla, a las partes tradicionalmente en liza: el Gobierno y los representantes de algunas empresas energéticas.

El Ejecutivo, por boca del subdirector general de Planificación Energética del Ministerio de Industria, Francisco Maciá, lo dejó muy claro. Se irá hacia una alta penetración de las renovables, mientras el hueco energético -el ocupado por la energía nuclear, el carbón o el gas- tendrá un impacto más limitado. "Está claro que la energía renovable necesita de un complemento por la volatilidad de su suministro; necesitamos compañeros de viaje flexibles y capaces de adaptarse, pero no creo que la nuclear cumpla esos requisitos", sentenció Maciá.

Sin embargo, el responsable de FCC Energía, Eduardo González, defendió que España debe usar los dos tipos de tecnologías para frenar su dependencia exterior y cumplir con las exigencias de Kioto. "La solución pasa por un mix equilibrado de ambas porque son autóctonas, ya que el carbón limpio no resolvería el problema y acarrearía un alto coste al tener que ser importado", indicó. Esto debe traducirse, a su juicio, en la prolongación de la vida de las actuales centrales nucleares y en la realización de nuevas inversiones en factorías para no perder el know how español en este capítulo. Incluso José Domínguez Abascal, secretario general técnico de Abengoa, una compañía volcada con la energía termosolar, reconoció que "ambas fuentes energéticas son compañeras de viaje bastante compatibles y nada excluyentes".

Sin embargo, para Maciá no existe la opción de ampliar el parque de centrales. "Otra cosa es que se mantengan las que existen, eso sí, menos la de Garoña", respondió. En cualquier caso, defendió un "uso moderado" de la este tipo de energía, pese a que expertos que se encontraban en el público asistente al acto pusieron sobre la mesa datos de interés como que la nuclear es más eficaz que la renovable en la lucha contra el cambio climático. "Por cada euro invertido, la nuclear reduce tres veces más CO2 que, por ejemplo, la eólica; si queremos ir hacia un cambio de modelo y cumplir con las demandas comunitarias, el camino nuclear es el más eficaz", subrayó el experto.