Barclays renunció ayer a comprar el banco de inversión Lehman Brothers, el cuarto en EE UU y cuya salvación se está negociando en reuniones entre las autoridades económicas y dirigentes financieros en Nueva York desde hace tres días.

Barclays no logró un acuerdo con el apoyo de otras entidades o la financiación del Gobierno estadounidense. Su retirada podría llevar a Lehman Brothers a la quiebra, derivada de las pérdidas por inversiones en activos inmobiliarios afectados por la crisis de las hipotecas basura (subprime).