María de los Ángeles Carrasco Jaén se convirtió ayer en la nueva presidenta del Algeciras Club de Fútbol. De momento lo es sólo en funciones, pero lo será de pleno derecho en breve, con el respaldo económico de un grupo de empresarios de Almería. Carrasco tomó las riendas del club albirrojo por aclamación durante una caótica asamblea general de socios que se prolongó durante dos horas y media y en la que a ratos cundió la crispación.

A la vez que daban el visto bueno por unanimidad al proyecto de la nueva presidenta, que se comprometió a comparecer ante los socios en diez días para someterse a su examen, los asambleístas descartaron tanto reconocer la deuda al ex patrocinador Miguel Ángel Verdejo como permitirle que regresara al club.

Esta funcionaria algecireña ocupaba hasta ahora el cargo de secretaria general del club en la directiva que encabezaba Manolo Ocaña hasta su dimisión y después, en funciones, Manolo Pascual, que anoche presentó su dimisión cuando finalizaba la 'velada' en el Centro de Formación Portuaria.

Ayer, avanzada ya la asamblea y después de mil discusiones y reproches, Carrasco tomó la palabra para anunciar que tenía una solución, al menos al problema más inmediato de la entidad. Explicó que ella y el resto de la directiva habían sido ninguneados por Miguel Ángel Verdejo, que sin embargo estaban dispuestos a continuar, ahora con el apoyo de un grupo empresarial almeriense que quiere abrirse camino en la ciudad. Se dirigió a los socios José Ignacio Fernández Torre, en nombre de estos empresarios, que ya por la tarde había comparecido ante los medios de comunicación para explicar sus intenciones. Fernández Torre es socio de una agencia de comunicación deportiva llamada Asap, que a su vez tiene relaciones con dos grupos de empresas, una dedicada a la hostelería de nombre Dolce Vita y otra que se encarga de la construcción y la promoción inmobiliaria de nombre NV Almería. En ambas hay socios con intereses en la zona de Algeciras y otros que quieren venir a hacer negocios. Hacía ya tiempo, dijo Fernández, que querían invertir en un club de fútbol y, a través del vicepresidente deportivo del Algeciras, Miguel Morilla, conocieron el caso del Algeciras. Ya en la asamblea, el nuevo patrocinador del Algeciras explicó que su proyecto para el club no es viable "si no está en Segunda B", por lo que la mayor prioridad hoy por hoy es abonar los más de 180.000 euros que hay en denuncias en el sindicato de jugadores (AFE) para desbloquear los derechos del club y que se puedan hacer fichajes. La directiva, los patrocinadores e incluso Mario Reig, que será el nuevo director deportivo, se dirigieron tras concluir la asamblea al estadio Nuevo Mirador para hablar allí con el futbolista Carlos Checa, que se encuentra desde hace varios días encerrado en protesta por el impago de su salario.

Ahora a la directiva y a los patrocinadores les queda plasmar en un contrato los términos de su vinculación, que todavía no están claros. Fernández Torre no quiso decir qué cantidad está dispuesta a poner su grupo empresarial. "Buscaremos lo que haga falta para salvar al Algeciras con la ayuda de la directiva", explicó antes de reclamar el apoyo "del Ayuntamiento, de los socios y de toda la ciudad".

El representante del nuevo 'sponsor' también dijo que la prioridad en las próximas semanas será conocer en profundidad las cuentas del club. "Queremos saber lo que ha pasado antes, lo que está pasando y lo que va a pasar en un futuro", dijo.

Los socios del Algeciras se negaron a aprobar el reconocimiento de deuda a favor de Miguel Ángel Verdejo, cuyo abogado, Toni Freixas, compareció para anunciar que el ex patrocinador había puesto en el club 137.548 euros. Los asistentes a la asamblea se resistieron a reconocer la deuda porque la propia directiva aseguró que no tenía constancia de que hubiera puesto todo ese dinero. Por ejemplo afirmaron los directivos que nunca vieron los pagarés que entregó a los jugadores y que muchos de los pagos sólo los conocían sus empleados directos y si acaso el ex presidente Manolo Ocaña. Jesús Pérez, el tesorero, afirmó que no tenía conocimiento de los movimientos que hizo Verdejo porque no le informó.

Freixas aseguró que empresario tiene justificantes de todas las cantidades que ha aportado. Aseguró que él mismo tenía en el coche los comprobantes de todas las transferencias, pero que no le parecía "operativo" ir a buscarlos para enseñarlos a todos los asambleístas. El abogado entró en la sala con permiso de los asistentes para decir que el empresario de Sabadell estaba "dispuesto a replantearse el proyecto, pero con personas en la directiva de su confianza y con garantías de que lo echarán más". A Verdejo lo expulsó del club Manolo Ocaña, que había sido de su confianza, porque el presidente entendió que estaba incumpliendo sus promesas económicas. Aun así Freixas aseguró que quería "seguir con la misma idea que antes" pero con otras personas.

Ningún socio del Algeciras votó a favor de que Miguel Ángel Verdejo regresara al club. En realidad el catalán de origen cordobés lo tenía difícil, porque ningún socio lo representaba, ya que Manolo Pascual, que era su valedor, no había aceptado ser presidente con él.