El Algeciras Club de Fútbol tiene que aprovechar hoy la oportunidad que le brinda las circunstancias para alejarse del peligro. Nadie duda de que el equipo albirrojo está en el grupo de los humildes de Segunda división B, es de los llamados a sufrir por salvarse y atraviesa un camino plagado de dificultades, como muestra todo lo que ha pasado esta semana, pero la victoria vale tanto que se antoja obligatoria. Visita a un colista Betis B que es un rival directo y que también se juega lo suyo, y ayer los tres más inmediatos perseguidores en la clasificación -Balona, Almería B y Villanovense- cayeron derrotados. Aquí nadie regala nada pero a nadie se le escapa que es una salida más asequible que otras, en las que por cierto salió victorioso, y el premio es mayor que los tres puntos que se ponen en juego.

El partido de esta mañana (12:00) llega después de otra semana poco agradable. Volvió a llegar la orden de embargo de la Seguridad Social que amenazó durante la fase de ascenso y que el club intenta que se anule por la vía legal. La plantilla aún no ha cobrado este mes, es decir, lleva semanas de retraso. Cuestiones que no agradan a nadie, que inquietan al plantel, al aficionado y a una junta directiva que dice estar buscando vías de solución para estos problemas económicos. Aún así, todas las partes llamaron a la calma y tener en el coco sólo una cosa: Betis B, Betis B y Betis B.

El Algeciras, en su segunda salida consecutiva y ante otro filial, tiene que volver a ser el de Mérida o el de Huelva; también valdría el de Granada con algo más de acierto. En definitiva, hoy tiene que dar su mejor versión posible para sacar adelante un partido que le serviría para aumentar la ventaja con el descenso hasta en cinco puntos. Un profundo respiro. Y todavía está ahí los esperanzadores 27 minutos ante el Jumilla. La derrota en Armilla ante un gran filial granadino quedó algo amortiguada por los resultados de los rivales más directo, que ayer le volvieron a favorecer, pero le acercó a dos puntos del descenso y sigue a dos de la fase de promoción.

La consecución de los tres puntos, con los resultados de ayer, le permitiría meter distancia con el peligro y seguramente ganar algún puesto de camino a la zona tranquila. Nada debe distraer la atención en un partido con algo más que tres puntos en juego.

Dejando a un lado el tema extradeportivo, el Algeciras llega al partido con todos sus jugadores disponibles, algo que no viene siendo habitual. Baldomero Hermoso Mere ha tenido que realizar tres descartes. Javi Chico, Mario y Suso son los sacrificados y vuelven a la convocatoria Santi Luque, recuperado de su lesión de hombro y de vuelta tras la sanción, y Alvar Herrero, mucho mejor del tobillo. Dependiendo de cuánto de recuperado estén saldrán o no de inicio. Lo lógico es que así sea y la banda izquierda vuelva a estar cubierta. En la derrota ante el Granada B, Mere decidió situar a Víctor González en el lateral zurdo y dejar a Benítez y Samu como central. Una medida que fue preferible a darle la titularidad a Suso, hoy descartado. Movimientos con mensajes.

Y mensaje también hay en la convocatoria. Con la entrada de los dos delanteros en la convocatoria (Adrián Gallardo y Joselu) cabe pensar que uno de los dos saldrá como titular, lo que significaría un cambio de esquema, con la vuelta de un nueve puro en el once titular, modificaciones en el centro (Cristo, Manzano e Iván se juegan dos puestos en el mediocentro) y Javi Medina de vuelta a la mediapunta. Claro que Mere parece estar convencido de que funciona mejor la maquinaria con Cristo y Manzano en el centro, Iván apretando en zona de tres cuartos y Javi Medina como hombre más adelantado, y así ha jugado los últimos duelos.

Con uno u otro dibujo, el objetivo en esta ocasión es salir a sumar. Los algeciristas, antes de volver al Nuevo Mirador, vuelven a visitar a un filial, equipos que no suelen darse nada bien a los de rojo y blanco, ni en esta ni en anteriores temporadas. Sin embargo, en la última visita al filial bético acabó con victoria.