El CD Guadalcacín atraviesa un gran momento. ¿Quién le diría que a estas alturas iba a llegar virtualmente salvado? Tiene por delante el objetivo de hacer matemática la permanencia, el descenso está a ocho puntos, pero además el conjunto de la pedanía jerezana de algo más de cinco mil habitantes quiere hacerle un regalo a su afición en forma de triunfo ante el líder, el Algeciras.

El equipo que entrena Ismael Pérez está firmando una espectacular segunda vuelta que le ha permitido escapar del descenso tras una complicada adaptación a la categoría. Ha sido capaz de ganar en su campo al Ceuta (2-1) y al Gerena (3-1). Enlazó cinco triunfos consecutivos antes de caer en Sanlúcar. La pasada semana empató en Conil. Resultados estos que avisan del peligro del conjunto jerezano que mañana (12:00) recibe al Algeciras en un duelo con tintes históricos para el club.

El Guadalcacín ya sabe lo que es ganar al Algeciras este año. Lo hizo en el Nuevo Mirador (2-3) en la primera derrota como local de los de Mere esta temporada, y ahora quiere repetir. "Me perdí aquel partido por una expulsión tonta. Espero no perderme el del jueves porque es un partido que a todos nos gustaría jugar. El Algeciras viene líder y con el trabajo hecho pero eso le hace ser más peligroso porque con la ventaja que tiene jugará incluso con menos presión. Pero nosotros también estamos en un buen momento y queremos darle una alegría a la afición, que nos está ayudando mucho esta temporada", aseguró el centrocampista Alberto Piñero, uno de los futbolistas más en forma de la plantilla. El atacante jerezano ha visto puerta en las dos últimas jornadas. Estrenó su casillero de goles frente al Gerena y en Conil hizo el 0-1. "Sí, parece que llevo dos semanas equivocándome", comenta entre risas. "Estoy en un buen momento y creo que se nota sobre el campo", argumenta el jugador, que apunta a la dura defensa del Algeciras.

El Guadalcacín ha escapado del descenso y ahora tiene ocho puntos de ventaja sobre el Peña Rociera -que tiene que visitar el Fernández Marchán- gracias a una racha de seis victorias, un empate y una derrota en las últimas ocho jornadas. Piñero considera que en esta racha propia de equipos de la zona alta ha sido fundamental "ser nosotros mismos, hemos mantenido nuestra filosofía en los peores momentos, hemos sabido sufrir y confiar en el trabajo. "Defensivamente, seguimos siendo un equipo difícil de superar y también nos ha ayudado mucho la llegada de Juan Rosillo. Es un futbolista que inicia la presión y además está aportando goles que se están traduciendo en puntos", argumenta.

De cualquier forma, quedan siete jornadas y la salvación, aunque cerca, no está consumada: "Tenemos que seguir igual que hasta ahora, hacernos fuertes en casa. Menos mal que en esta segunda vuelta hemos podido enmendar la mala dinámica que llevábamos en el Fernández Marchán. Ahora vuelve a ser un fortín".