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Nervión contra Nervión

  • Alfaro y Romero, dos puntales del Algeciras formados en la cantera del Sevilla, apuestan por sellar la salvación el domingo en suelo hispalense

Jesús Romero y Jesús Alfaro son dos de los puntales del Algeciras Club de Fútbol, dos referentes en el vestuario de Manolo Sanlúcar y dos de los futbolistas más reconocidos por la siempre exigente afición del Nuevo Mirador. Los dos tienen cierto gusanillo en el estómago esta semana porque, además de lo mucho que se juegan los albirrojos, se enfrentan el próximo domingo a su pasado más reciente en la Ciudad Deportiva del Sevilla.

Por Nervión pasaron los dos y en Nervión librarán una batalla directa por la permanencia en Segunda B el Sevilla Atlético y el Algeciras. Los buenos recuerdos que atesoran los algeciristas de sus respectivas etapas en la cantera sevillista contrastan con esa necesidad que preside un partido crucial para ambas escuadras.

Jesús Romero Correa, de 24 años, apenas tardó unos meses en ganarse el cariño y respeto del algecirismo. El guardameta llegó hace dos veranos desde la prolífica cantera sevillista, a la que había recalado desde las categorías inferiores del vecino Real Betis. El sevillano admite que guarda "muy buenos recuerdos" de una campaña en la que defendió los colores del Sevilla C, llegó a jugar con el Atlético e incluso trabajó con los grandes. "Me trataron genial el año que estuve tanto en el Sevilla C como en el Sevilla Atlético, incluso cuando subía a entrenarme con el primer equipo", relata.

"Algunos compañeros aún quedan aunque no muchos. En los filiales sueles conocer a todo el mundo", afirma el meta, que sólo tiene palabras de elogio para los sevillistas.

Romero asume que el Algeciras se juega mucho el domingo, más allá de quién sea el rival. "Todos los partidos son especiales para mí, pero tal vez este encuentro lo sea un poco más sobre todo por lo que significan los tres puntos".

El onubense Jesús Alfaro, en palabras a una entrevista a Estadio Deportivo, también se mostró agradecido por su periplo en Nervión. "Me hubiera gustado venir en otras circunstancias porque en Sevilla pasé cinco años maravillosos, dejando grandes amigos en el filial", reconoció.

"Me sabe mal que nos juguemos la vida pero llevamos una racha muy mala y el último partido fue un palo", admitió. "Aunque a pesar de los resultados, los últimos tres partidos las sensaciones son distintas. Confío en ganar y luego que se salven", deseó el de La Palma del Condado.

El pichichi algecirista avisa de que los jugadores de los filiales "suplen su inexperiencia con su calidad e ilusión por llegar al primer equipo. Hay que tener mucho cuidado con ellos", subraya un Alfaro "contento a nivel individual" en su primera campaña como albirrojo, que espera rematar con la permanencia.

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