La Real Balompédica es consciente de que el domingo (18:00) le espera un partido complicadísimo en Écija. El conjunto astigitano se juega gran parte de sus aspiraciones de eludir tanto el descenso como la promoción ante los pupilos de Rafa Escobar y como demostró el pasado sábado en la Ciudad Deportiva del Real Betis ante el filial, al que doblegó por 1-4, esa necesidad les lleva a ir al límite. Lo que seguro no tenían previsto los albinegros es que los sevillanos puedan contar con ayuda divina. El técnico del conjunto ecijano, Miguel Rivera, un confeso hombre de fe, dirigió a su equipo en la última jornada liguera… con una estampa con la imagen de la Virgen del Rocío entre las manos.

El Écija afronta el encuentro con la Balompédica después de que la victoria ante los de Vidakovic -que, paradójicamente, dio la clasificación matemática a los albinegros- les sirviese para salir de la zona de descenso por primera vez en 19 jornadas.

Por si fuese poco para aumentar la autoestima del vestuario, la que el sábado pudo ver toda Andalucía es la primera victoria como forastero del Écija desde que comenzó la temporada. La estadística señala que fue la segunda, pero la otra se produjo en un encuentro que nunca se disputó, el que debería haber jugado con el Poli Ejido.

"Debemos ser responsables y utilizar la inteligencia para aprovechar esta nueva oportunidad que nos ha dado el campeonato", sostiene el entrenador. "La Balona viene a defender su segundo puesto, pero nosotros nos jugamos nada menos que la permanencia".

"Nunca he perdido la fe", insiste el preparador, en manifestaciones al rotativo sevillano Estadio Deportivo, que en su edición de ayer reproducía la imagen de Rivera, en la Ciudad Deportiva del Real Betis con la imagen de la Patrona de Almonte en su mano izquierda que acompaña a esta información.