El sector industrial del Campo de Gibraltar, una de las piedras angulares de la economía de la comarca, comienza a apuntar hacia la recuperación. Al menos en lo referente al empleo frente al annus horribilis de 2009. Es el principal resultado que arroja el análisis de la evolución sectorial de las cifras del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) cuando faltan escasos días para el cierre del año.

El paro industrial a finales de noviembre (el último dato disponible) asciende a 2.722 demandantes. Doce meses antes, en noviembre de 2009, era de 2.766, lo que revela que ha bajado un 1,61%. En la práctica, este estancamiento puede ser considerado como el punto de inflexión necesario para iniciar la senda de la recuperación. El hecho se sustenta en que el dato interanual es radicalmente distinto al cosechado a lo largo de 2009. Aquel año cerró con 2.815 demandantes de empleo en el sector secundario mientras que 2008 hizo lo propio con 1.836, lo que confirma que 2009 fue el peor ejercicio de los últimos años para la industria en materia de empleo, con un crecimiento del paro en el sector del 53,3% en sólo 12 meses frente al práctico mantenimiento de los niveles de demanda laboral en los ejercicios previos al estallido de la crisis económica.

El paro industrial, además, supone actualmente sólo el 7,29% de los demandantes campogibraltareños (37.289 en noviembre de 2010) frente a sectores fuertemente azotados por la debacle del desempleo; los servicios representan más de la mitad del paro comarcal (51,71% con 19.284 demandantes al cierre del último mes).

Para explicar que la situación del trabajo industrial haya encontrado el punto de inflexión es necesario echar la vista a la evolución de las principales factorías durante el año. La mejora generalizada en la actividad y demanda de productos (principalmente para la exportación) ha supuesto que, al menos, cese la destrucción de empleo. Las grandes cifras del ejercicio se conocerán en el primer trimestre, pero los balances parciales ya permiten augurar números negros frente al rojo dominante en 2009.

Uno de los casos más claros es el de Acerinox. Enero comenzaba en la factoría de Palmones bajo un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo y una carga de trabajo de poco más del 50%. La medida afectaba a 1.754 de los 2.293 trabajadores de la planta y daba continuidad a otra similar que estuvo en vigor durante diez meses de 2009. Fue autorizada el 22 de diciembre de 2009 y tenía su fecha límite en el 30 de abril, con posibilidad de ser renovado. Sin embargo, la mejora de la cartera de pedidos llevó al grupo siderúrgico a suspender su aplicación a finales de marzo. Desde entonces, el grupo confía incluso en alcanzar beneficios este año.

De hecho, las ganancias entre enero y septiembre de este año ascienden a 95,7 millones de euros. La cifra supone un escenario radicalmente opuesto al mismo periodo de 2009, cuando la empresa perdía 235,6 millones de euros. Los analistas estiman que Acerinox podrá declarar unos beneficios del orden de los 300 millones de euros este año. 2009 cerró con 165 millones de euros en números rojos. Un panorama radicalmente distinto en sólo 12 meses.

Al mantenimiento del empleo industrial también han contribuido la ejecución de grandes proyectos en la comarca. Es el caso de la central térmica de ciclo combinado Bahía de Algeciras, del grupo alemán E.On. La instalación ha permanecido todo el año en obras y durante este ejercicio ha tenido picos de 750 trabajadores simultáneos.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. El desempleo también tiene su cara estructural (el paro que nunca se renueva) que encuentra su máxima expresión en Metalsa. Los extrabajadores de la metalúrgica algecireña cierran un nuevo año pendientes de la resolución de un conflicto que se prolonga desde hace más de 15. La resolución del futuro de los terrenos así como las deudas que la empresa tiene con los empleados mantiene la reivindicación latente y a pie de calle. Una manifestación tuvo lugar ayer mismo desde la Plaza de Andalucía hasta la Plaza Alta seguida por más de una treintena de personas.

El portavoz del colectivo, Cándido Solis, solicita que alguien les escuche. Horas antes de la manifestación tuvieron una reunión con el subdelegado del Gobierno de la Junta de Andalucía y le expusieron el problema "no para que nos conteste, simplemente para hacerle ver que seguimos en la misma situación, que si el dentro de su poder puede hacer algo se lo agradeceremos". Solis subrayó que la crisis sigue para adelante, las 24 personas qué esperan cobrar de una vez las indemnizaciones por sus correspondientes despedidos tienen hijos a su cargos. La empresa les adeuda 80.000 euros de media por afectado. Los afectados esperan que aparezca ahora un nuevo comprador que quiera adquirir los terrenos en los que se encontraba ubicada la antigua fábrica.

Frente a esta cara amarga, el año que está a punto de terminar también fue el del inicio de operaciones del Grupo Alonso como plataforma logística para dar por cerrada la etapa de Torraspapel. Servicios Auxiliares Marítimos de Algeciras, la compañía del Grupo Alonso, comenzó a operar el 20 de septiembre de este año y, a falta de cerrar la compra del suelo, da empleo a una quincena de personas, entre ellos algunos de los extrabajadores de la papelera. Se encarga de ejecutar los servicios de almacenamiento de mercancías secas, refrigeradas, congeladas y reparación y almacenamiento de contenedores.

Y el horizonte también apunta a que se retomarán proyectos que habían quedado en un segundo plano como consecuencia de la crisis. Isofotón pretende impulsar de nuevo la fábrica de polisilicio de Los Barrios pero reduciendo a la mitad su capacidad (e inversión y empleo). Algo es algo.

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