El control ambiental en el Campo de Gibraltar por parte de la Junta de Andalucía es más riguroso que en cualquier otra zona industrial. Es la conclusión que trasladó el jefe de servicio de Protección Ambiental de la Delegación Provincial, Norberto Cobo, en su ponencia dentro de las V Jornadas Pascal que concluyeron ayer en el Club de gol La Alcaidesa y cuyo moderador fue el director de Europa Sur, Alberto Grimaldi.

Norberto Cobo explicó detalladamente el control que la Consejería realiza en la Refinería y el control de las emisiones tanto en el aire, en el agua o en el suelo, así como las medidas puestas en marcha con la colaboración de Cepsa. El responsable de Protección Ambiental indicó que el programa es muy amplio, incluye el control de la Refinería, cómo se ve afectado el entorno y el control específico de las emisiones. Cobo añadió que la planta de Guadarranque y Puente Mayorga es la mayor de España y convive con una zona residencial, por lo que supone un esfuerzo añadido.

Norberto Cobo añadió que en las zonas más afectadas: Algeciras, La Línea, Los Barrios y San Roque, existen 17 estaciones de control y en cada barriada una estación de lo mismo, relativamente modernas con sensores de partículas PM10. Además, aseguró que en 2008 en todas las estaciones se han cumplido los objetivos y los parámetros de SO2 -dióxido de azufre-, han estado por debajo de los límites. El técnico de la Junta recordó que en 2004-5 entraron en vigor nuevos valores límites a nivel europeo y como consecuencia la administración obligó a reducir los niveles de SO2. Explicó que los parámetro se contabilizan cada diez minutos en las cabinas que envían los datos hasta la Delegación Provincial y se establece un protocolo si los límites persisten en las mediciones. Las medidas pueden ser la bajada de temperatura en la planta Isomax, disminuir la carga de alto azufre al FCC, cambio de crudo que se procesa por otro de menor contenido en azufre o agotar todo el gas natural disponible. El control también se realiza en el medio acuático, en el suelo y en los olores. Finalmente, Cobo añadió que a pesar de la mala imagen existente en la comarca, poco a poco se empieza a romper el estereotipo, y las reuniones con los vecinos también han sido muy fructíferas.

Por su parte, el profesor de Investigación del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Juan Luis Ramos, explicó en su conferencia como desde el CSIC ha desarrollado un sistema de tratamiento de contaminantes en el suelo, combinando el potencial de las plantas con microorganismos, que son capaces de biodegradar la sustancia nociva. La delegada provincial de Medio Ambiente, Gemma Araujo, y el director general técnico de Cepsa, Pedro Miró, clausuraron el seminario. Gemma Araujo indicó que con estas jornadas queda patente que el binomino Medio Ambiente e Industria no son incompatibles. Aseguró que son muchos años los que se llevan trabajando para hablar de un equilibrio sostenido en la comarca. No obstante, añadió que aún queda mucho por hacer.

Por su parte, Pedro Miró apuntó que algunos proyectos pueden sufrir retrasos y se reducirán costes pero nunca sacrificando la seguridad.