Campo de Gibraltar

La cosmética natural, un nuevo horizonte

  • El Centro de Educación Permanente lidera un proyecto destinado a desarrollar diferentes productos de belleza Las algas son su principal materia prima

Un nuevo horizonte se vislumbra, sin apenas hacer ruido, en el municipio de Tarifa. El reciente premio otorgado por la Consejería de Educación al Centro de Educación Permanente por el trabajo que está realizando con las algas que produce su litoral ha puesto en valor un proyecto, dirigido por el profesor Antonio Vegara Jiménez, que ha sido reconocido por su carácter innovador. Esta iniciativa, destinada al desarrollo y fabricación de cosméticos teniendo como base tres tipos de algas, comenzó a ser una realidad en el año 2011, primer curso en el que se puso en marcha el plan educativo que, desde entonces, está haciendo posible todo lo que ha acontecido desde que echó a andar. Y no es poco.

"Solicitamos un plan educativo adaptado a nuestro contexto, esto es, el parque natural del Estrecho y sus recursos marinos sin explotar. Y empezamos a trabajar con el biólogo José Carlos García, que ya había hecho un trabajo muy importante con el levantamiento de los fondos", explica Antonio Vegara, su director.

Y aunque en un principio lo que se planteó en el proyecto era extraer de las algas un gelificante, aquella idea se manifestó desde el principio como poco satisfactoria, y se optó por la vía de la fabricación de cosmética, que sí ofrecía mejores resultados.

"Nos dimos cuenta que en las algas había bioactivos muy importantes, y que podíamos empezar a trabajar con jabones", añadió el profesor. Nuevos investigadores, procedentes de distintas disciplinas, se han ido sumando a esta línea de estudio que ya tiene su primer producto registrado y comercializado: el gel facial Mar de Tarifa. Un producto antiarrugas, antioxidante e hidratante que reduce las arrugas un 30 por ciento en tan solo 20 días.

Todas las investigaciones se llevan a cabo en un laboratorio que se consiguió gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Facinas, que les cedió el local, y que les sirve de lugar de trabajo y de almacenamiento de toda la materia prima.

Las algas con las que investigan los diferentes grupos del proyecto, divididos a su vez en mini empresas, se recolectan en una zona de unos seis kilómetros entre Bolonia y Paloma Baja por ser las que tienen una mejor calidad. Los tipos de laminaria seleccionados son la Ochroleuca, el Coleto y la Cystoseira. Las dos primera son ricas en polisacáridos que ayudan al fortalecimiento del pelo o a la recuperación dérmica, y la tercera, destaca por su contenido de manitol, que aporta una extraordinaria suavidad a la piel, muy similar a la del aceite de oliva pero sin generar grasa.

El gel facial, el primer producto al que pueden acceder los consumidores, salió en abril de 2015. Los interesados pueden conseguirlo en la farmacia de Bolonia, en la quesería de esta misma población, y en la peluquería tarifeña Peinarte

Su gestión y comercialización está en manos del Centro de Educación Permanente y de la mini empresa Algaluz. Solo si ésta se convierte definitivamente en empresa, podrá disfrutar de los derechos comerciales e industriales del gel. Es así como está organizado el plan educativo. Diferentes mini empresas forman parte de un proyecto con el que se está investigando y desarrollando productos cosméticos que tienen como base recursos naturales del municipio. Son los propios alumnos los que realizan la inversión, cuando hay que hacerla, y luego recuperan esa inversión, mientras siguen bajo el paraguas de la Consejería de Educación, en forma de patentes y registros de nuevos productos.

"Desde que empezamos hemos crecido mucho, y estamos trabajando con los ayuntamientos de Facinas y Tarifa en el desarrollo de un laboratorio cosmético valorado en 350.000 euros que supondría el despegue de un nuevo sector económico en la zona", concluye Vegara.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios