Un visitante no esperado jalonó la mañana de playa en Torreguadiaro. El avistamiento de un ejemplar de tintorera (una especie de tiburón) obligó ayer a prohibir durante cinco horas el baño en esta zona de costa del término municipal de San Roque como medida de precaución y a extremar la vigilancia en las playas aledañas de Sotogrande y Cala Sardina.

El animal, una especie considerada no peligrosa para los humanos, fue visto por primera vez sobre las 9:40 horas de la mañana muy cerca de la orilla, en la zona del espigón de Sotogrande. Medía, aproximadamente, dos metros de largo; nadaba desorientado entre las rocas y recorría la línea de costa entre los chiringuitos Bahía Limón y Chambao, según explicaron a este diario desde el servicio de emergencias 112. A las diez de la mañana, ya con la presencia del dispositivo de seguridad en la playa formado por la Policía Local, Guardia Civil (incluyendo agentes del Serpona) y Protección Civil, se izó la bandera roja -prohibición total del baño- que se mantuvo hasta las tres de la tarde.

El animal no llegó a quedar varado en la orilla, si bien los agentes del Seprona comprobaron que presentaba una herida -previsiblemente provocada por una red- en la zona de la cabeza. Su labor se centró en procurar que el escualo abandonara la línea de costa, por lo que agentes de esta unidad de la Guardia Civil se embarcaron en una lancha para tratar de ahuyentarlo mar adentro. En un primer momento lo lograron, pero el animal se zafó a la altura de las boyas de balizamiento. La prohibición del baño se mantuvo en pie hasta las tres de la tarde si bien el escualo fue avistado por última vez en torno al mediodía. Las tres horas de margen buscaron garantizar que el ejemplar no volviera de forma inesperada a la línea de costa mientras ésta estuviera abierta al baño.

"En cuanto llegó el aviso se sacó a la gente del agua, aunque fue temprano. Una tintorera no resulta peligrosa como otras especies de escualo, como se pensó en un primer momento", comentó Juan Manuel Ordóñez, concejal de Seguridad de San Roque. Tanto él como otras fuentes explicaron que en los primeros momentos también se llegó a valorar que se tratara de un ejemplar de cazón, muy parecidos físicamente, si bien el Seprona informó al 112 que se trataba de una tintorera.

Mientras el operativo se afanaba en alejar el animal de la costa, los bañistas tuvieron en el escualo un motivo de atracción (y de inquietud). Los agentes de la Policía Local y otra unidad de Protección Civil se ubicaron en varios puntos a lo largo de la playa para contribuir a la supervisión.

"En el momento en que yo lo vi, sobre las diez y media de la mañana, aún no había muchos bañistas en la playa. Entre sombrilla y sombrilla habría una separación de 20 metros", explicó el trabajador de uno de los chiringuitos de la playa consultados por este periódico. De hecho, que fuera primera hora de la mañana contribuyó a evitar que el revuelo entre los usuarios fuera mayor. La aleta del animal emergía intermitentemente a unos dos o tres metros desde la orilla hasta la llegada del operativo de emergencia.

Los voluntarios de Protección Civil, encargados de las labores de vigilancia y salvamento en las playas de San Roque, informaron a los usuarios mientras se mantuvo activa la prohibición y también contribuyeron a calmar a los bañistas una vez que la bandera verde volvió a ondear en la playa sanroqueña. Hasta entonces, no sin recelo, algún que otro usuario se atrevió a refrescar sus pies en el agua pese a que la bandera roja supone una prohibición expresa.