Los ciudadanos del Campo de Gibraltar demostraron ayer su devoción por la Virgen del Carmen en los múltiples actos que tuvieron lugar en honor a Nuestra Señora del Monte Carmelo, patrona de los marineros.

En Algeciras la parroquia del Carmen congregó por la tarde a los fieles se agolpaban a las puertas de la iglesia, mientras otros esperaban ansiosos en la fachada del teatro Florida. Fueron muchos los que antes escucharon en pie, la misa que a las 18:30 tuvo lugar en el interior, presidida por el padre José Luis Palacios quien logró que la paz reinase entre los devotos. Posteriormente los feligreses tomaron el cuerpo de Cristo mientras sonaba el Dios te salve estrella de los mares. Luego una alabanza a la Virgen retumbaba en el cielo de la sala, la presenciaban madre e hijo observando la belleza de la señora más pura.

A las 19:20 las campanas ya anunciaban la salida del paso. La cruz de guía lo presidía. Iba seguida de mantillas con manto blanco. Luego delegados del equipo de gobierno del Ayuntamiento, representantes de la Policía Portuaria y representantes de la Comandancia de Marina, también acompañaban a Nuestra Señora del Carmen. Manuel Morón, presidente de la APBA, y miembros de la Cofradía de la Virgen del Carmen y de otras hermandades, luego los monaguillos vestidos de blanco, morado y dorado, caminaban delante de la Virgen.

La orquesta comenzó a tocar el himno de España y la Señora salió de la Iglesia, se detuvo ante las alabanzas y aplausos de los presentes que gritaban orgullosos "Viva la virgen, viva, viva y viva". Ante las miradas de todos le colocaron la corona sobre su cabeza y comenzó a caminar con el niño Jesús en brazos. Lucía un bello manto dorado y se mostraba rodeada de flores blancas y rosas, dos ángeles la aguardaban a cada lado.

Los fieles acompañaron a la Virgen durante todo el trayecto hacia el Muelle de Ribera, mientras muchos devotos no podían contener las lágrimas ante la belleza de la Virgen. Incluso personas de otras religiones se detuvieron para admirarla junto a las marchas de la banda que no pararon de sonar. El paso continuó por la calle General Castaños, donde se escuchaban las voces de todos "Guapa, guapa y guapa". También comenzaron a caer pétalos desde un ventanal elogiando la pureza de la Señora.

El paso bajó hasta la calle Ojo del Muelle y siguió hasta el puerto. Allí la esperaban sus fieles montados en barcas y tras las vallas que impedían el paso. A las puertas, todos en silencio escuchaban la música del Cristo de los gitanos con la letra adaptada para la Virgen del Carmen. A las 21:15 la Señora ya puso sus pies en el muelle y a las 21:30 se produjo el embarque. Sonó el himno de España, los costaleros y el padre Palacios la acompañaron en su viaje. Las embarcaciones también la siguieron por la bahía. A las 22:15 la Señora volvió de su recorrido y por tercera vez, se oyó el himno de España.

A medio día ya habían comenzado los actos en honor a Nuestra Señora del Monte Carmelo. En la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen se realizó una misa en honor a la Virgen marinera, a la que asistió el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce. A las 13:30 tuvo lugar, en la sede social de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, una recepción oficial organizada por la Comandancia de Marina, en la que también estuvo presente Landaluce entre otras autoridades.

Con estos eventos y la posterior procesión de la tarde se puso fin a este aclamado día en homenaje a la Señora de los mares.

En La Línea, la populosa barriada de La Atunara fue el epicentro de los actos en honor a la Virgen del Carmen. La jornada festiva arrancó por la mañana. Primero tuvo lugar, a las 10:00 horas y dentro de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, la tradicional misa. Acto seguido se procedió a la ofrenda floral. Ambos actos contaron con una importante afluencia de público, así como de autoridades.

Pero el plato fuerte estaba aún por llegar. Media hora antes de la salida de la Virgen del Carmen en su procesión marítimo-terrestre, la sede de la cofradía de La Atunara era un hervidero de gente. Adornada con rosas blancas y rosas, la Señora del Mar esperaba dentro del templo a sus costaleras, que acudieron en masa, más de treinta, para llevarla. También costaleros, pero en menor número.

El hermano mayor, Juan Rivas, que ha sustituido recientemente a Javier Berraquero ante la próxima marcha de los marianistas de la ciudad, daba las últimas órdenes. Fuera, el sol era abrasador pero cientos de personas rodeaban ya la parroquia para no perderse la salida de la Virgen, una preciosa estampa con el mar de fondo.

Faltaban cinco minutos para las seis y Desiré, la capataz, se dirigió a los presentes, sobre todo a ellas, las costaleras, para recordarles las principales instrucciones. Con gritos de "Viva la Virgen del Carmen" que fueron fuertemente secundados, cedió la palabra al párroco de Nuestra Señora del Carmen, Ignacio Zabala, quien hizo hincapié en la importancia de esta festividad en general y para la barriada en particular e instó a todos a rezar el Padre Nuestro.

Acto seguido, tuvo lugar la primera levantá, en homenaje al padre Valentín, marianista tristemente fallecido hace unos meses. Era un hombre muy querido en el barrio. La salida fue, como todos los años, espectacular. Las costaleras dieron buena muestra de su destreza, girando a la Virgen hasta situarla en dirección al itinerario previsto.

Fuera ya esperaban las autoridades, entre ellas la alcaldesa, Gemma Araujo, y otros integrantes del equipo de gobierno como Ángel Villar, Asunción Barranco y Agustín Caro. La oposición también estuvo representada por los concejales del PP Juan Miguel Valadés, Luis Lobato y Fernando Puerto. No estuvo el pregonero de este año, el reverendo marianista Eduardo Fernández Moscoso, quien pasó unos días en la localidad con motivo de su exaltación pero ayer no pudo participar al tener que regresar a Valencia, donde reside. Sí estuvo la pregonera del año pasado, Sandra Cabrera, que es además miembro de la hermandad del Carmen y Cristo del Mar. Tampoco faltaron la reina juvenil, Marta Mesa, y sus damas. El desfile procesional dirigió sus pasos hacia el puerto de La Atunara, donde ya esperaban a la Virgen muchas personas y, en el mar, numerosas embarcaciones que querían surcar las aguas junto a Ella.

Las procesiones de la Virgen del Carmen de San Roque estuvieron marcadas por un incidente en la de Guadarranque. La explosión de un artefacto pirotécnico provocó heridas leves a seis personas, dos de ellas menores, que participaban en la procesión de la talla, según 112.

El suceso se produjo sobre las siete de la tarde, cuando uno de los cohetes lanzados durante el festejo salió disparado hacia el público. Al estallar, provocó quemaduras a seis personas que fueron atendidas por los voluntarios de Protección Civil en la terraza de la sede de la asociación de vecinos.

Las autoridades locales, presentes en la procesión, se interesaron por lo sucedido y, tras comprobar que las heridas no revestían gravedad, el cortejo continúo su curso. No obstante, el incidente causó un gran susto y revuelo. Al margen de esto, el cortejo recorrió las principales calles de la barriada. Por su parte, en Puente Mayorga y Torreguadiaro, las procesiones incluyeron además recorrido marítimo. En los tres casos, fueron seguidas por numerosas personas. Previamente, por la mañana, hubo actividades infantiles en la barriada de Guadarranque.

En Los Barrios, la aldea marinera de Palmones rindió devoción a la patrona del mar, un año más, con la misa de 12 y la procesión marítima por las aguas de la Bahía de Algeciras, ya al caer la tarde. Las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde, Jorge Romero, participaron junto a muchos vecinos y visitantes en el cortejo hacia la playa, desde donde partió la barca engalanada para la ocasión. Otras embarcaciones de pescadores acompañaron en un bello cortejo a la Virgen.

Por último, Tarifa también celebró su procesión del Carmen acompañada por actividades recreativas a lo largo de la jornada. Una cucaña popular, un torneo de natación y una sardinada aderezaron la mañana antes de la salida de la imagen. La cucaña concentró a muchos participantes que retaron a la grasa para tratar de hacerse con uno de los tres premios (un jamón, un salchichón y un chorizo) mientras que se repartieron 40 cajas de pescado entre los presentes.

Al término de la procesión, ya al caer la tarde, se celebró una pequeña verbena.