Hace algunas semanas Henk Post, vecino de la localidad desde hace más de tres décadas, apuntaba a través de una red social en Internet la necesidad de que los ciudadanos se movilizaron por mantener adecentados algunos rincones de máxima afluencia turística como el camino a la Isla o los alrededores del castillo de Santa Catalina. Henk proponía una movilización ciudadana y solidaria para llegar hasta donde las administraciones no llegan por la crisis o por otros problemas burocráticos. La convocatoria era para ayer a las once y con un excelente y soleado día, hasta la Playa Chica, a los pies del abandonado a la suerte de la Justicia, Castillo de Santa Catalina, comenzaron a llegar los voluntarios.

Unos diez voluntarios, rodillos y brocha en mano dieron "lustre" al muro perimetral del cerro de Santa Catalina que blanquearon y que ahora será utilizado en parte para poner publicidad de las entidades colaboradoras. El promotor de la idea apuntaba que se trata de "aportar nuestro granito de arena para que zonas de alto poder turístico, por la que pasan a diario unas doscientas personas tengan otro aspecto, más acorde con el carácter turístico del pueblo"