Barómetro Joly

El PP de Javier Arenas se sitúa en el umbral de la mayoría absoluta

  • Las primeras medidas de Rajoy y la derrota del PSOE a nivel nacional perjudican al PP. La diferencia de 8,3 puntos entre ambos partidos deja abierta aún la campaña electoral. Los populares obtendrían de 54 a 57 escaños; entre 44 y 47, el PSOE, y 7 u 8 Izquierda Unida.

LAS primeras reformas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy en estas nueve primeras semanas de su mandato y la desaparición del mapa político de José Luis Rodríguez Zapatero, que llegó a provocar una desafección bastante grave incluso entre los votantes socialistas, no ha beneficiado al PP de Javier Arenas de cara a las próximos comicios autonómicos del 25 de marzo. Pero, incluso, así, el líder del PP andaluz conserva una amplia ventaja respecto al PSOE del presidente José Antonio Griñán que es compatible con la mayoría absoluta. No la tiene segura; pero tampoco se puede descartar.

Según los datos que muestra el Barómetro Joly, realizado por la empresa Commentia con motivo del 25-M, el PP se sitúa a 8,3 puntos de distancia de los socialistas, con un apoyo del 45,2%, con lo que la consecución de los 55 diputados necesarios para gobernar en solitario va a depender bastante del desarrollo de esta campaña electoral y de cómo se resuelve el reparto de los últimos parlamentarios en cada una de las provincias. Los populares se mantienen en una horquilla de 54 a 57 parlamentarios. El Barómetro Joly, del que hoy publicamos la primera parte de la décima ola -comenzó en octubre de 2008-, permite ver, por su extensión en el tiempo, una clara tendencia de subidas del PP y descensos del PSOE hasta este mes de febrero. El hecho básico que puede explicarlo es la victoria de Rajoy por abrumadora mayoría y la derrota socialista. En este sentido, el presidente Griñán acertó en su interés al no hacer coincidir las elecciones autonómicas con las generales en el 20-N, tal como le había solicitado el PSOE federal y una parte de su partido en Andalucía. Sólo hay que saber si le basta con ello, aunque otras preguntas del sondeo indican un pesimismo económico rayano en el miedo, que parece imputable a la situación general del país más que a la acción de uno de los dos gobiernos, el nacional o el autonómico.

Hay que considerar que el trabajo de campo de este sondeo comenzó pocos días después de conocerse la reforma laboral del Gobierno del PP, y se extendió desde el 13 al 29 de febrero, cuando coincidieron las manifestaciones estudiantiles en Valencia, Barcelona y Madrid. No contempla, por tanto, el desafío de Rajoy a la Unión Europea de incumplir la cifra de déficit del 4,4%, pero tampoco aquellos datos del Presupuesto del Estado que se puedan conocer durante una campaña electoral que, en esta ocasión, se perfila como muy importante para el resultado final. El presupuesto en su integridad, con los ajustes incluidos, se conocerá el 29 de marzo, cuatro días después de las elecciones.

Por primera vez desde que se publica el Barómetro Joly se aprecia una caída en el porcentaje de voto estimado para el PP, de hasta 4,2 puntos, y una subida de los socialistas, de 2,1. Si en noviembre de 2011, el Barómetro Joly indicaba una diferencia de 14,6 puntos, ahora baja hasta 8,3. No obstante, hay que tener en cuenta que entre este sondeo, el de noviembre de 2011, y el de ahora se han celebrado las elecciones generales del 20-N, que dejaron la ventaja entre el PP y el PSOE en Andalucía en nueve puntos. Eran unas elecciones generales, y por tanto no son extrapolables, pero es una indicación a considerar. La diferencia en las elecciones municipales del 22 de mayo fue de 7,2 puntos.

El PSOE de Griñán sube ahora en dos puntos respecto a noviembre, y alcanzaría un apoyo del 36,9%, una cifra, no obstante, menor a la que el PP sacó en las elecciones autonómicas de marzo de 2004. Da para 44 a 47 escaños. Los socialistas tienen ahora en el Parlamento un total de 56 diputados, uno por encima de la mayoría absoluta, y el PP, 47. Javier Arenas necesita 55 parlamentarios para gobernar por mayoría absoluta, aunque ésa no es la única opción que guarda para gobernar en solitario.

UPyD, el partido de Rosa Díez, obtiene un apoyo estimado del 3,7%, lo que disminuye sus expectativas sobre el resultado que obtuvo en las elecciones generales del 20-N en Andalucía, cuando rozó casi el 4,8%. Ello le podría aportar, en el mejor de los casos, un escaño por la provincia de Sevilla, mientras que el de Málaga, sobre el que había dudas, no sale en este sondeo. En el caso de entrar en el Parlamento andaluz, los de Rosa Díez ya han anunciado que votarán a la lista más votada; esto es, al PP de Arenas, que podría gobernar con 54 parlamentarios si UPyD entrase con uno. El candidato de UPyD es un perfecto desconocido -ver gráfico adjunto- y, en esta ocasión, su líder nacional no concurre como si pasó en las generales y en las europeas.

Izquierda Unida se mantiene, como en sondeos anteriores, con el 8,5% de apoyos. Es más de un punto de lo que obtuvo en las elecciones autonómicas de marzo de 2004, pero hay que esperar a saber si ese aumento se materializa en uno o dos parlamentarios más. Ahora cuenta con seis. Con el resultado que aporta el Barómetro Joly, la única opción para el PSOE sería gobernar con el apoyo de IU, aunque esta confederación de izquierdas ha condicionado el pacto a una subida importante que no se aprecia en el sondeo. Los andalucistas del PA se quedan con un 2,3% de voto estimado, con lo que sigue siendo probable que se queden sin representación parlamentaria como ocurre ahora.

La empresa Commentia ha aplicado un índice de participación estimado algo mayor que el de 1990, la única ocasión en que las elecciones autonómicas se celebraron por separado a excepción de las de 1982, que fueron las primeras y a las que se supone que le acompañaba una mayor ilusión. Sobre el porcentaje necesario de la mayoría absoluta, el PSOE nunca ha obtenido una con un apoyo por debajo del 45% y la mínima fue con el 47,1%, aunque en esa ocasión obtuvo 60 escaños.

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