En su primer pronunciamiento desde la filtración del relevo en los gobiernos, Javier Arenas, presidente del PP andaluz, anunció ayer tras reunirse con el comité ejecutivo del partido que su primera acción será instar al nuevo jefe del Ejecutivo a que disuelva el Parlamento y convoque elecciones anticipadas y separadas de las nacionales. En estudio la forma en la que se tramitará la petición, Arenas especificó que será a continuación de la investidura del sustituto de Manuel Chaves, previsiblemente el vicepresidente económico, José Antonio Griñán.

El argumento que a juicio de Arenas avala la necesidad de comicios inmediatos es que el próximo presidente "será legal, pero no tendrá la legitimidad de las urnas". Para los populares, ha llegado la hora de convocar otra vez a los andaluces.

"Se votó a Chaves para cuatro años, no a Griñán y no se puede tener un Gobierno provisional en el peor momento de la historia de Andalucía", argumentó Arenas para añadir que "no es una monarquía hereditaria, aunque alguien se haya podido considerar el rey Sol".

En diciembre, Arenas consideró necesarias elecciones anticipadas ante la situación de crisis económica y no obtuvo el apoyo del presidente nacional, Mariano Rajoy, que lo vio precipitado. No obstante, aunque reconoció desconocer la propuesta, dio de plazo al menos un año desde las elecciones.

El escenario ha cambiado radicalmente en los últimos días e incluso desde el PP nacional se especula con iniciar la petición de elecciones generales, donde sí sería factible al gobernar los socialistas en minoría. Del último proceso, la Cámara de Cuentas de Andalucía fiscalizó un gasto de entre 4,8 millones de euros al PSOE-A y unos 4,3 millones al PP-A.

El líder popular avanzó algunas de las líneas estratégicas de la era post-Chaves: mandó alejarse de "euforias y triunfalismos" tras la "huida" del hasta ayer presidente de la Junta y aún conocedores de que el partido "es hoy más alternativa que nunca" en su opinión. Arenas confirmó que Griñán no tendrá ni un segundo de respiro y que, a partir de ahora, será denominado como "interino".

El presidente de los populares andaluces abundó en el "capricho" de Zapatero y "el interés personal" de Chaves, quien con su "dedo" ha designado a Griñán. "Nadie puede entender que Griñán signifique renovación, cuando se trata de una persona con la misma edad que Chaves y que lleva en la Junta desde el año 1982", mientras que tampoco se puede entender, a su juicio, que el responsable de la política económica, "que ha llevado a Andalucía al millón de parados, reciba como premio la Presidencia". Preguntado sobre su posible rival electoral, dijo que "son la misma cara del mismo fracaso".

Arenas sí quiso mostrarse rotundo sobre su presencia en los carteles. Contrapuso que "no existe una responsabilidad que dé más orgullo y satisfacción que ser presidente de la Junta de Andalucía" a la marcha de Chaves a un "ministerio que ha perdido tres cuartas partes de su presupuesto al perder la función pública". Al final de su intervención, Arenas dijo que dudaba si confesar que, ante la propuesta de Rajoy de aceptar volver a la político nacional "en cuerpo y alma", le dijo como condición: "Mariano, sólo puedo aceptar si es compatible con Andalucía". Aseguró que dedicará todo su esfuerzo a su "pasión", lograr el "cambio político" en Andalucía: "Mientras vosotros queráis, aunque otros huyan, yo me quedo", concluyó entre aplausos.