Si Lahbib Chebbat nació en 1970 en la ciudad marroquí de Khemisset, en el Medio Atlas y muy cerca de Meknes, una de las villas imperiales del reino. Se licenció en Económicas por la Universidad Mohamed V de Rabat, pero desde hace siete años vive en Umbrete, en la provincia de Sevilla. Es partidario de la "inmigración controlada" y cree que el culpable de las muertes en el Estrecho es la "tremenda diferencia de riqueza entre el norte y el sur". Desde ayer Chebbat es el nuevo secretario de Integración del PSOE andaluz, un nombramiento que es algo más que un símbolo porque este partido está dispuesto a que los marroquíes con tarjeta de residencia en España puedan votar en las elecciones municipales del año 2011. Y por dos motivos: por la extensión de los derechos a todos, a los "nuevos andaluces" como les llama Chaves y, por qué no decirlo, por interés electoral. Aunque de resultado incierto, el voto marroquí está más cercano a las posiciones socialistas que el hispanoamericano, mucho más diverso.

Pero para ello no sólo basta reformar la ley electoral, como se ha comentado hasta ahora. Será necesario algo más, salvar un escollo constitucional o encontrar una fórmula jurídica porque la carta magna de 1978 mantiene en su artículo 13.2 que sólo podrán votar aquellos ciudadanos extranjeros con los que España mantenga criterios de reciprocidad, bien por tratados o por ley.

De los 2.600.000 de inmigrantes no comunitarios que hay en España (252.743 en Andalucía), sólo 1.300.000 cumplen este requisito de reciprocidad: es decir, son ciudadanos de países donde los españoles también pueden votar en las elecciones municipales. Los cerca de 700.000 marroquíes que hay en España se quedarían, de este modo, sin poder acudir a las urnas en 2011, pero el Gobierno parece dispuesto a que esto no sea así.

Fuentes de la Ejecutiva federal del PSOE explicaron ayer en Granada que la intención de este partido es que puedan votar todos los ciudadanos que se hayan establecido en España con independencia de este criterio de "reciprocidad". Para ello, el Gobierno está buscando una fórmula legal que esquive este escollo y, si no es así, acudirá a la firma de tratados con nuevos países. "Los marroquíes van a votar", indicaron estas fuentes, que además avanzaron que el PP "pondrá problemas cuando no haya reciprocidad". En septiembre se llevará una proposición no de ley al Congreso.

Y es que la integración de los inmigrantes en el censo de votantes puede causar una auténtica revolución en la distribución de los sillones de los ediles. En la mayor parte de los casos, el resultado es impredecible. Sin embargo, en el PSOE creen que los residentes marroquíes son más cercanos a sus postulados, lo que podría llevarles a ganar nuevos votantes de modo mayoritario en ciudades como Madrid o en algunas poblaciones de Almería.

"En cualquier caso - explicaron estas fuentes-, el simple hecho de que sea el PSOE quien más pelee por sus derechos, significará mucho para ellos".