El órdago del presidente de la Junta y secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, para que el secretario general de su partido a nivel federal, Alfredo Sánchez Rubalcaba, se defina cuanto antes sobre si acudiría a unas primarias para ser el candidato socialista en las próximas elecciones generales encontró ayer la reacción esperada en otros dirigentes socialistas. Fueron los casos del secretario regional del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, que en el congreso federal que se celebró en febrero en Sevilla se posicionó con la derrotada Carme Chacón, y del alcalde de Toledo y barón socialista en Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, al que se situó en una tercera vía.

Ambos metieron prisa, en la línea de otros pronunciamientos anteriores, para que el actual líder socialista diga qué haría de celebrarse unas primarias que Griñán, no obstante, celebraría lo más pegado a las elecciones, a diferencia de otros líderes socialistas que abogan por convocarlas el próximo año, incluso.

Griñán, en una entrevista a la Cadena Ser difundida el martes, aseguró que le había trasladado personalmente al secretario general de los socialistas que debería definir más o menos "su voluntad de continuar" y ser el candidato a la Presidencia del Gobierno en los próximos comicios.

Así, Page señaló ayer que la propuesta de Griñán es un planteamiento "responsable" y "de estabilidad en el partido". Al ser preguntado por los medios durante una rueda de prensa, Page añadió además que no tiene duda de que Rubalcaba hará "lo que crea que le interesa más al PSOE". Él se descartó de esa pelea, en la que ve seguros a Patxi López y a la propia Chacón.

Por su parte, en una rueda de prensa en la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez manifestó que "hay una confluencia de muchos dirigentes del partido en que tiene que haber cambios, otra cosa es cómo entiende cada uno los cambios. Como los veo, yo se lo dije directamente y en persona en un ámbito interno del partido a Alfredo Pérez Rubalcaba". El líder de los socialistas madrileños, tras destacar que Griñán "goza de la máxima autoridad moral" en el PSOE al ser presidente del partido y de la Junta de Andalucía, consideró que sus palabras "en buena medida, parecen reflexiones que se ajustan a la lógica", pero insistió en que su estilo es "decir las cosas directamente y en persona", como ya hizo.