En artículos como el presente se aconseja evitar expresiones como inmigración ilegal y optar por los adjetivos clandestina o irregular. ¿Qué rol asumen los medios de comunicación en la percepción del fenómeno de la inmigración? ¿Informan con ligereza o trasladan una fotografía fiel del drama del que se juega la vida en el mar? A estas preguntas trató ayer de responder en Tetuán una mesa redonda que significó una de las últimas sesiones de los cursos de otoño de la UCA en la Universidad Abdelmalek Essaâdi.

En la convocatoria se desplegaron visiones de una zona infamemente pionera de las pateras, de un medio público y del fenómeno por dentro. Es decir, intervinieron Estanislao Ramírez, presidente de la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar; Pedro García, delegado de Canal Sur en la comarca; y Mustapha Labbasi, presidente de la Asociación de Periodistas del Norte de Marruecos. La conclusión tiene matices: se realizan malas prácticas, hay atenuantes para ello y la evolución es positiva.

"Nuestra responsabilidad fue y es tratar de modificar el mensaje", proclamó un crítico Ramírez, que censuró que los medios maltraten las noticias relacionadas con la inmigración porque "no enganchan".

García tampoco utilizó paños calientes y castigó "la tendencia morbosa de baremar la noticia en función de los menores que llegan". No obstante, señaló, "los incumplimientos que se puedan producir nunca están originados por conductas xenófobas, más bien son fruto de la urgencia, la inexperiencia o el error".

Labbasi reconoció que la prensa marroquí no ofrece una cobertura generosa -por decirlo de una manera generosa- al fenómeno de la inmigración ilegal. "Aquí la prensa no se hace tanto eco de las pateras; se acoge el tema de forma tímida", dijo quien admitió "insuficiencia de datos".