La Conferencia Episcopal Española critió ayer la selección de un embrión in vitro que permitió el pasado día del Pilar el nacimiento en el Virgen del Rocío de un bebé libre de una grave enfermedad hereditaria y capaz de curar a su hermano enfermo mediante el cordón umbilical. Los obispos dicen que "se ha silenciado el hecho drámatico de la eliminción de embriones enfermos". Las reacciones de los responsables políticos a las afirmaciones que lanzaron los obispos no se hicieron esperar. Desde Montevideo (Uruguay) el presidente de la Junta, Manuel Chaves, rechazó de manera frontal la postura de los obispos y recordó que "la ciencia ha conseguido que un niño, que podría haber nacido enfermo y condenado a muerte prematura, nazca sano y además pueda ayudar a sanar a su hermano enfermo". Es la réplica del presidente andaluz a la Conferencia Episcopal de España (CEE), que tildó de "práctica eugenésica" la selección preembrionaria.

La CEE dice que "el nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida". Y añade que "los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista".

Ante estas afirmaciones, la consejera de Salud, María Jesús Montero, acusó a la Conferencia Episcopal de cometer "el mismo error histórico de hace siglos". La titular del ramo explicó ayer a Europa Press que es "incomprensible" la postura adoptada por la jerarquía eclesial. "Me parece que no es tolerable que demonicen una técnica -el diagnóstico genético preimplantatorio combinado con un perfil de histocompatibilidad del cien por cien- que nos está permitiendo ganar una nueva vida, a la par que evita la muerte prematura de la de su hermano, cuya enfermedad le está provocando dolor a él y sufrimiento a su familia".

Montero denunció que en el propio comunicado emitido por los obispos "se cuestione la voluntad, amor y generosidad de los padres, sobre todo, por la forma en la que esta familia está abordando su problema, poniendo todos los medios a su alcance para curar a su hijo". La titular consideró que la forma de actuar de estos padres, naturales de Algeciras, "lo haría cualquier otro padre o madre". La secretaría general de la Conferencia Episcopal alude también al documento de la Asamblea Plenaria del 30 de marzo de 2006 titulada Algunas orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la ley que la regularán en España. Al respecto el comunicado de los obispos destaca "la injusticia que se comete con los seres humanos producidos en el laboratorio, al ser tratados como un mero producto conseguido por el dominio instrumental de los técnicos". La nota recuerda que en el documento del Plenario citado se afirma que "... los planteamientos emotivos encaminados a justificar estas prácticas horrendas son inaceptables. Es cierto: hay que curar a los enfermos, pero sin eliminar nunca para ello a nadie".

La polémica se ha desatado cinco días después del nacimiento de Javier, un bebé libre de una grave enfermedad hereditaria, la anemia congénita severa, y cuyo cordón umbilical puede salvar a su hermano, gravemente enfermo. El nacimiento de Javier ha sido posible a un programa médico y opcional para los padres que ansían tener hijos sanos.