Historia del puerto de Algeciras (XXXVIII)

Construcción del muelle de la Galera (1913-1932). Tramitación del proyecto

  • Historia. Aunque la Junta entendía que se debía dar prioridad a la construcción del muelle, informó favorablemente el proyecto de la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras

Junto con las obras del Rompeolas de la Isla Verde, la construcción del muelle de la Galera era considerada por las autoridades municipales, la Cámara de Comercio y la Junta de Obras del Puerto la obra emblemática y la más necesaria para sacar a la Junta del marasmo económico en el que se hallaba al proporcionar unas zonas de atraque, nuevos calados y unas superficies para establecimiento de mercancías fundamentales para poder incrementar las actividades inherentes a un puerto moderno. Sin embargo, el comienzo de las obras y la aprobación de los sucesivos proyectos de reformado y ampliación no estarían exentas de complicaciones, retrasos y obstáculos, tanto de índole técnica como, sobre todo, económica.

La tramitación del proyecto: un camino lleno de dificultades. El 11 de junio de 1910 la Junta de Obras reiteraba la necesidad de que fuera aprobado por la Superioridad el proyecto de puerto que se tramitaba. Una de las razones que se exponían era que el muelle era muy necesario para que pudieran atracar los barcos de Ceuta y Tánger que, hasta ese momento, fondeaban junto a la Isla Verde. Uno de los miembros de la Comisión -el señor García Cabezas- expuso que por estas razones y por el servicio que prestaría al ramo de Guerra, la construcción de un muelle de atraque en Algeciras, si no en prioridad a las de protección (rompeolas de la Isla Verde), al menos se debía emprender de manera simultánea.

Un suceso acaecido en mayo de 1911 iba a desbloquear definitivamente la aprobación de los proyectos que se tramitaban para la construcción de un puerto de arribada y refugio en Algeciras, haciendo decantarse a la titubeante voluntad del Gobierno de la Nación hacia la opinión de los que propugnaban la creación de un puerto de titularidad pública en la bahía. La Compañía del Ferrocarril había presentado un extenso proyecto para la ampliación del muelle de Madera que poseía en la margen derecha del río de la Miel y la construcción de uno de mampostería con la intención de que la Junta lo informara favorablemente. La Junta argumentó que ya se encontraban muy avanzados los trámites para la creación de un puerto de titularidad pública y que se contaba con una subvención del Estado de 6.500.000 pesetas para el mismo.

Sin embargo, y aunque la Junta entendía que se debía dar prioridad a la construcción del muelle de la Galera, sorprendentemente informó favorablemente el proyecto de la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras para la ampliación del muelle propio.

Por fortuna, y aunque el proyecto de la Compañía del Ferrocarril continuó los trámites acostumbrados en los distintos departamentos ministeriales, el Gobierno entendió que autorizar la construcción de un puerto de titularidad privada en la bahía de Algeciras, donde ya existía otro puerto dependiente de una potencia extranjera (Gibraltar), hubiera sido cercenar las posibilidades de desarrollo del puerto de titularidad pública cuyo proyecto se encontraba en tramitación en las instancias del Gobierno.

Alejado definitivamente el peligro de que tan importante obra como era la construcción de un nuevo muelle de atraque le fuera concedida a una empresa privada, los trámites para la aprobación del proyecto general, del concerniente al muelle de la Galera y el del Rompeolas de la Isla Verde, se agilizaron a partir del mes de mayo del año 1912, aunque las dificultades no habían acabado aún. A la vuelta del viaje realizado a Madrid por el Ingeniero Director para conocer la marcha de los proyectos, éste no tuvo más remedio que comunicar a la Junta sus impresiones negativas sobre el asunto, puesto que el Ministro de Fomento no estaba dispuesto a conceder las subvenciones necesarias para las obras. Habría que esperar hasta el mes de octubre para que la Junta recibiera noticias favorables del proyecto del muelle de la Galera que se hallaba en trámite. En sesión ordinaria celebrada el 7 de octubre, el Presidente de la Junta dio cuenta de las favorables impresiones que le ha manifestado el Diputado por el Distrito, don José Luis de Torres que hacen concebir fundadas esperanzas de que la ejecución del muelle de la Galera y encauzamiento del río sea un hecho en plazo breve. Por sus informes se sabe que las dos terceras partes del importe del presupuesto aparecen consignadas en los (Presupuestos) Generales que en las Cortes ahora se discuten, siendo segura la aprobación de dicha partida.

Un hecho notorio, que tendría importantes repercusiones en el puerto de Algeciras, sucedió el día 16 de noviembre de 1912, tan sólo cuatro días después de que el presidente del Consejo de Ministros, señor Canalejas, fuera asesinado en Madrid: ese día se redactó y firmó la Real Orden por la que era nombrado nuevo Director de la Junta de Obras del Puerto de Algeciras, don Ramón Martínez de Campos, después de que, unos días antes, hubiera cesado en su cargo al anterior Ingeniero Director, José Rodríguez de Rivera. Una vez tomado posesión, el nuevo Director viajó a Madrid para entrevistarse con la Superioridad y conocer de primera mano el estado en que se encontraban los proyectos. A su vuelta, en la sesión ordinaria celebrada el día 13 de enero de 1913, dio cuenta del resultado de sus gestiones en la capital de España y de las buenas impresiones recogidas respecto a las obras a ejecutar.

El asunto parecía estar totalmente encarrilado gracias a las gestiones del Ingeniero Director y del diputado José Luis de Torres. Éste comunicó a la Junta que, por fin, se había firmado el Real Decreto autorizando la subasta de las obras del muelle de la Galera, que se había insertado el anuncio correspondiente en la Gaceta de Madrid y que dicha subasta se habría de realizar el próximo día 10 de abril. Sin embargo, lo que parecía el final de un calvario para la Junta, no se trataba más que de un espejismo. Las dificultades no habían acabado. En la sesión celebrada el mismo día 10 de abril se dio la noticia a los miembros de la Junta de que la subasta había quedado desierta. Ese mismo día se acordó solicitar a la Superioridad autorización para que el Ingeniero Director pudiera viajar a Madrid e intentar superar ese nuevo e inesperado escollo. El día 25 del mismo mes, el señor Martínez del Campos, después de su apresurado viaje, informaba que el Ministro de Fomento estaba dispuesto a que se recibieran los importes de los trimestres de subvención para que las obras de ensanche del muelle Comercial no se vieran interrumpidas y que, entretanto, que se celebraría una segunda subasta y que, en caso de que ésta también quedara desierta, se estudiaría el modo de realizar el muelle por el sistema de administración.

Las promesas del Ministro se cumplieron y, por Real Orden de 12 de mayo, se disponía que la Junta ejecutara las obras del muelle de la Galera o de Alfonso XIII mediante el sistema de administración, al mismo tiempo que solicitaba que se expidieran los libramientos del primer y segundo trimestre de la consignación para las obras del citado muelle. Aquel mismo mes dieron comienzo las obras del nuevo muelle.

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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