Algeciras

Mujeres de arena, vulnerable fragilidad

  • La Fundación Amaranta implanta en Algeciras un proyecto de intervención social con las migrantes del CIE El objetivo es detectar posibles casos de trata

El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras concentró al 41,53% de las mujeres internadas en 2015. Este dato lo hizo público el Servicio Jesuita a Migrantes en España (SJME) a través de su informe anual Vulnerables vulnerabilizados, que presentó al Defensor del Pueblo. Recogía el informe testimonios de personas cuyos derechos y condiciones de dignidad fueron vulnerados, según la ONG, durante el proceso de expulsión e internamiento en los CIE.

Los centros de internamiento de extranjeros son un punto de partida y de final para miles de migrantes, no sólo para aquellos que llegan en patera. La Fundación Amaranta ha entendido que ellas, las mujeres, necesitan una mano en este impasse entre la salvación, el internamiento y la libertad donde hay redes de explotación que en su vulnerabilidad hallan negocio. El CIE de La Piñera es para Amaranta un foco de atención.

En Algeciras desembarcó el proyecto Mujeres de Arena a principios de 2016. La fundación cohesiona la obra social de la congregación Adoratrices, implantada en la ciudad con sede en un colegio, cercanía que permitió a la entidad de ámbito internacional conocer la realidad local e impulsar proyectos de intervención. Adoratrices lleva más de 160 años trabajando con mujeres y en Algeciras Amaranta ha visto que puede volver a tener presencia.

El proyecto Mujeres de Arena lo desarrolla la fundación en el CIE algecireño con la finalidad de trabajar en conjunto para identificar posibles víctimas de trata de seres humanos u otras formas de violencia y violaciones de derechos humanos. El programa se centra en identificar a las víctimas que han cruzado la frontera y se encuentran en situación irregular en España, siendo sometidas a un proceso de violencia y vulneración de derechos por parte de redes mafiosas.

El proyecto intenta proporcionar o movilizar de forma urgente los apoyos materiales, emocionales e información que permitan a las mujeres superar crisis o emergencias. Hay un equipo humano disponible todos los días para dar respuesta y colaborar en la identificación de los casos detectados trabajando con una red de entidades que intervienen con mujeres en el territorio, así como con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Amaranta dispone en Algeciras de una casa de emergencia, pero a nivel nacional posee una veintena de casas de acogida. La fundación opera dentro del CIE, pero no hay ningún trabajo de intervención, se les deriva a otros lugares a modo de apoyo, siendo estancias de horas. Detrás de todas estas mujeres hay siempre una red criminal. El objetivo es que la mujer se reinserte en la sociedad, por eso trata de darle la oportunidad de normalizar su vida para que la viva en un contexto normal.

Mujeres de Arena llega a Algeciras para tener presencia no sólo en la ciudad, sino en el Estrecho, por las características de frontera y migración. La intención de la fundación es trabajar dentro del CIE acompañando a mujeres e intentar detectar casos de trata desde la primera llegada a España.

Dos de las trabajadoras de Amaranta son María Luis e Ilargi, ambas realizan talleres dentro del CIE utilizando herramientas artísticas, sin entrevistas ni preguntas. A través de talleres sacan información y entre los intercambios de experiencias de las internas observan posibles indicios. Hay casos que se van detectando pero luego se sigue analizando en los centros de acogida a los que son derivadas.

La media de edad de estas mujeres va desde los 18 a los 45 años, además de menores. La mayoría son africanas, rusas o latinoamericanas -muchas interceptadas en redadas policiales sin documentación-. El equipo de trabajo domina español, italiano, francés, inglés y árabe. En Algeciras hay muchas organizaciones que luchan contra esta explotación, por lo que llegan para sumar fuerzas. Hay otras entidades que trabajan en el CIE y lo hacen de forma coordinada, en concreto son cinco. En el CIE estiman que hay en torno a 20 plazas para mujeres. En invierno suelen ocuparse unas 12 o 20, pero en verano van saliendo a una velocidad que se pierde la cuenta.

La primera intención de Amaranta es acompañarlas en un momento difícil. La gran mayoría llega al CIE, que es una prisión en la que normalmente tienen poca información. Muchas, después de cruzar el Estrecho en patera, son introducidas en el centro de internamiento en el que pueden estar hasta 60 días.

Amaranta quiere visibilizar así que la trata existe, mucho más y más cerca de lo que la gente piensa y no es algo que aparezca sólo en películas. Existe trata de españolas al igual que de mujeres y hombres de otros países. Se identifica la trata con la patera o con migrantes, pero hay otros tipos, puede ser en el ámbito del mismo país, no es sólo algo trasnacional o de migrantes.

Es importante visibilizar el problema y que la opinión pública sea consciente de cómo se promueve la trata. Como ejemplo están los grandes carteles de clubes nocturnos y sin embargo están normalizados, mientras que detrás de la prostitución muchísimas veces hay trata. En España hay casi 400.000 prostitutas, el consumo de sexo genera mucho dinero.

La prostitución no entiende de nacionalidades ni de estratos sociales. Muchas personas pueden ser víctimas de trata, se define desde su amplitud porque no es sólo con fines de explotación sexual, también está a nivel laboral, en la mendicidad. Es importante que se sepa los distintos ámbitos en los que el fenómeno puede ir desarrollándose.

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