Algeciras

El algecireño Javier Peralta lidera un nuevo hito científico mundial

  • Descubre que la gigantesca "Y" del cielo de Venus se debe a una onda distorsionada

De nuevo el astrónomo Javier Peralta eleva a Algeciras a la órbita mundial. Como la pólvora empezó ayer a correr a través de la revista Science, medios de comunicación nacionales e internacional. Esta vez el equipo ha descubierto que la gigantesca "Y" del cielo de Venus se debe a una onda distorsionada por el viento. Recordar que el algecireño está becado por la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) por la que estará entre tres o cinco años en el país nipón. El pasado verano revolucionó su hallazgo al deducir por primera vez las ondas que son posibles en una atmósfera como la de Venus, completamente diferente al resto de planetas conocidos.

Según informó ayer el Instituto de Astrofísica de Andalucía el planeta Venus, que aparece cubierto por una densa capa de nubes sin rasgos destacables, muestra sin embargo unas llamativas estructuras oscuras cuando se observa en el ultravioleta. La mayor de ellas, que abarca casi todo el disco del planeta y presenta forma de "Y", ha supuesto una incógnita desde su hallazgo hace más de medio siglo. Ahora, este trabajo encabezado por astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), del que forma parte Peralta, con participación de la Universidad del País Vasco y del Instituto de Astrofísica e Ciencias de Portugal, ha descrito el mecanismo que la sustenta e incluso ha logrado reproducir, por primera vez, su evolución a lo largo de un mes.

Cuando se descubrió, los astrónomos pensaron que la "Y" era solo una agrupación de nubes arrastrada por el viento. Sin embargo, los datos de la misión Mariner 10 (NASA) desvelaron en 1973 que la estructura no solo se propagaba como un todo, sino que lo hacía a una velocidad distinta a la del medio a su alrededor. "Se llegó a la conclusión de que solo podía tratarse de una onda, o una perturbación periódica en la variables atmosféricas, pero no sabíamos de qué tipo", señaló Peralta, líder de este estudio, elegido como portada en Geophysical Research Letters y destacado en la revista Science.

Estas estructuras oscuras revelaron la presencia masiva de un compuesto aún desconocido que absorbe la radiación ultravioleta y oscurece esas regiones. Y también permitieron conocer el carácter "superrotante" de la atmósfera de Venus: mientras que el planeta tarda 243 días en girar sobre sí mismo, la atmósfera da una vuelta en torno al planeta cada cuatro días. "Una onda del tamaño de la 'Y' debe jugar un papel clave en la explicación de por qué la atmósfera gira sesenta veces más deprisa que la superficie, de modo que entender esta estructura era crucial", apuntó.

El estudio de Peralta y colaboradores ha invalidado la hipótesis aceptada durante décadas, que asumía que esta onda era similar a las ondas ecuatoriales atmosféricas que existen en la Tierra. Los investigadores han deducido una nueva onda atmosférica compatible con la rotación extremadamente lenta de Venus y que explica con asombrosa simplicidad numerosas incógnitas de la "Y".

Pero el resultado más contundente de este trabajo ha sido comprobar que la forma de "Y" se debe a la distorsión que los vientos producen en esta onda. "El fuerte viento que sopla hacia el oeste en Venus es más o menos constante desde el ecuador hasta latitudes medias. Pero como a latitudes altas el radio de la circunferencia es menor, los vientos completan una vuelta más deprisa que en el ecuador, por lo que la onda se va distorsionando. Fue apasionante comprobar cómo esta nueva onda de escala planetaria adopta la forma de una Y a medida que los vientos venusinos la distorsionan".

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