Algeciras

Una plataforma nacida para ayudar

  • La asociación Plataforma de Solidaridad Vecinal se pone en marcha para abrir puertas a los más necesitados El día 14 de este mes de noviembre celebra su primera junta directiva

La asociación Plataforma de Solidaridad Vecinal se pone en marcha en Algeciras. Su objetivo es ayudar a las personas necesitadas ahora que la crisis llena de dramas humanos cada rincón de las ciudades. Una asociación sin ánimo de lucro que nace cuando más se la necesita, formada por jubilados y trabajadores en activo que quieren colaborar con su experiencia a resolver problemas y abrir puertas.

Abel Fernández Calderón es el presidente de la plataforma y artífice de este proyecto, que se constituyó el pasado 23 de abril con la redacción de sus estatutos. Como socios fundadores también están Wenceslao Domínguez, responsable de Relaciones Institucionales; y Miguel Ángel González, del Departamento de Marketing. El próximo 14 de noviembre celebrarán su primera junta directiva. Actualmente cuentan con 25 socios.

La plataforma no pone límites a la ayuda vital que quiere prestar. Por sintetizar, sus principales acciones se pueden englobar en el asesoramiento a emprendedores y pymes, la generación de empleo, la ayuda a familias desamparadas y llevar la solidaridad al terreno social. Asimismo, la plataforma pretende aunar esfuerzos con otros colectivos de la zona que se hayan visto afectados por los recortes.

Fernández y Domínguez son también miembros del SECOT (Voluntariado Senior de Asesoramiento Empresarial). Asimismo, la entidad colabora con la Cámara de Comercio, que les ha cedido un local merced a un convenio firmado. Una experiencia que utilizan para asesorar a empresas con problemas y, una vez éstas levanten el vuelo, reviertan su beneficio en la sociedad.

La plataforma se financia a través de las cuotas de sus socios, donaciones, subvenciones o mediante la organización de actividades. Los ingresos, una vez detraídos los pagos por gastos, irán siempre al patrimonio de la asociación para los fines sociales.

Fernández explica que la ley les permite crear empresas o colaborar con éstas. Las pymes o emprendedores que recurran a sus servicios -asesoramiento, elaboración de proyectos o formación- firmarán con la plataforma una relación contractual en la que se cuantificará el servicio prestado. Así, y siempre con un seguimiento continuo, cuando nazca la empresa o ésta resuelva sus problemas, pasará a ser socia de honor de la plataforma y como colaboradora contribuirá con la entidad con una cuota o donaciones. Estos ingresos permitirán el desempeño de la acción social. Asimismo, estas empresas deberán ser generadoras de empleo.

Para el desempeño de la acción social solidaria, Domínguez relata que la plataforma va a iniciar de inmediato una ronda de contacto con asociaciones, administraciones y grandes empresas. Asimismo, van a crear equipos de ayuda mediante la colaboración con las entidades vecinales y los presidentes de las comunidades de propietarios o bloques de viviendas. Lo que se busca con estos coordinadores es que haya una "retroinformación", según indica Domínguez. Es decir, que fluya la información para que, a través de los miembros y voluntarios de la plataforma, se detecten los problemas y se les pueda dar solución. El abanico de la ayuda a prestar es amplio. Así, citan como ejemplo desde la atención o vigilancia que debe recibir una persona mayor que vive sola en su domicilio, hasta realizar una gestión en un banco. Asimismo, la plataforma prestará asesoramiento gratuito a particulares sobre cómo hacer gestiones con las administraciones, dudas con los recibos y un largo etcétera. "Queremos hacer grandes pequeñas cosas. Nosotros no vamos a denunciar, por ejemplo, que una calle no está asfaltada. Para eso están las asociaciones vecinales de las barriadas. Lo que queremos es servir de ayuda a las personas que lo necesitan", dice.

En estos momentos ya se han inscrito dos asociaciones -Huracán e Innovala- a la plataforma. Asimismo, el colectivo también trabaja con empresas colaboradoras como Action Care -que presta servicios de teleasistencia- o la aseguradora Mi otro yo. En estos casos, la plataforma hace de intermediaria para que personas desempleadas puedan trabajar con ellas ya sea vendiendo suscripciones o seguros. "Somos catalizadores para aunar la oferta y la demanda", indica Domínguez. En definitiva, una iniciativa solidaria que se viene fraguando desde hace meses y que ya está lista para ponerse a trabajar para tender la mano a los más necesitados.

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